© Clive Mason/Getty Images

Tommy Robredo alcanzó sus primeros cuartos de final en Roland en 2003.

Robredo, Agassi Y Una Épica Remontada En París

El español revela una curiosa anécdota en Roland Garros 2003

El sábado 31 de mayo de 2003 fue un día especial en la carrera de Tommy Robredo. Acababa de cumplir los 21 años y en Roland Garros se le presentó el mayor desafío de su carrera hasta entonces: derrotar al número uno del mundo en un Grand Slam. Su rival era Lleyton Hewitt, que se adelantó en los dos primeros sets por 4-6, 1-6. Sin embargo, el partido no acabaría del lado del australiano…

No era una novedad para el catalán disputar la tercera ronda de un Grand Slam. Ni siquiera era la primera vez que se medía –y derrotaba– a un Top 5 en un torneo de esta categoría. No obstante, ya había derrotado antes a Juan Carlos Ferrero. Pero en París firmó la mejor victoria de su trayectoria hasta ese día. “Hasta ahora siempre recordaba mi victoria de 2001 ante Ferrero en el US Open. Pero lo de hoy lo supera con creces", dijo entonces Robredo. ¿Qué ocurrió en la tierra batida francesa?

David tumbó a Goliath. Y lo hizo levantando dos sets a cero en su contra en un total de tres horas y 24 minutos por 4-6, 1-6, 6-3, 6-2, 6-3. "Lo fundamental ha sido estar siempre muy bien de cabeza. No me ha importado ir dos mangas abajo, ni perder por 0-3 en la quinta. Siempre he seguido luchando, convencido de que podía ganarle", radiografió tras batir al mejor jugador del momento.

También Podría Interesarle: Fedal: Un Set En Blanco Para Nadal En París

Diecisiete años más tarde, Robredo revela una curiosa anécdota que vivió antes de ese encuentro frente a Hewitt. El día después de derrotar a Jonas Bjorkman en segunda ronda, el español acudió a la sala de fisioterapia para su tratamiento. En apenas 24 horas tenía que medirse al No. 1 del mundo y quería estar lo mejor preparado posible. Muy cerca estaba Andre Agassi y no dudó en hacerle una pequeña consulta.

–Oye, Andre, mañana juego con Hewitt, ¿qué táctica podría hacer? –preguntó Robredo al americano.

“No soy de esas personas que suele preguntar mucho, pero pensé en preguntarle a Agassi”, confiesa ahora el de Hostalric. “Y fue muy curioso. Se levantó de golpe de la camilla. Se sentó. Y me empezó a explicar la táctica”. Hablaron del orden táctico de Hewitt, de su revés cruzado, de su sólida derecha o de que con segundo saque y bola de break solía apuntar a la ‘T’. “Agassi fue hablando y recuerdo que el partido fue exactamente tal y como él me dijo”.

Robredo avanzó a cuarta ronda, al igual que sus compatriotas Albert Costa, Juan Carlos Ferrero, Félix Mantilla y Carlos Moyà. Al día siguiente, volvió a la misma sala donde había tenido aquel curioso diálogo con Agassi. Y una vez más allí estaba el estadounidense. “Se levantó, me dio un abrazo y me dijo: ‘Vi todo el partido y sinceramente jugasteis increíble’. Toda la táctica que hablamos la aplicaste a la perfección. Me alegro muchísimo”.

“Nunca nadie me había dicho una táctica de un partido tan elaborada y clara como él. No falló en nada. Tenía clarísimo cómo jugaba Hewitt y cómo había que jugarle”. Después del evidente éxito, el entonces No. 31 del mundo no lo dudó: “Oye, mañana juego contra Kuerten, a ver si me puedes dar la táctica. ¡Y me hizo lo mismo!”. ¿El resultado? Robredo se presentó en sus primeros cuartos de final, tras derrotar al brasileño por 6-4, 1-6, 7-6(2), 6-4.