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Fernando Vicente supervisa un entrenamiento de Andrey Rublev antes de su partido de cuartos de final en el US Open 2020.

Rublev: Calma Y Tormenta

Fernando Vicente valora el nivel del ruso en este 2020

“¡Vamos!”. El grito atronador de Andrey Rublev retumbó en el estadio Louis Armstrong. Lo sorprendente no fue la intensidad de la celebración, porque una clasificación a cuartos de final de un Grand Slam bien lo merece. Tampoco la energía en el gesto, pues su victoria ante un Top 10 servía para sacar la espina frente a su verdugo el año anterior en el mismo US Open. Lo curioso del rugido fue la lengua que empleó. “En mi equipo casi todos son españoles”, explica sonriente el ruso.

Ese equipo que señala Rublev está encabezado por su entrenador Fernando Vicente, el hombre que lo ha acompañado hasta la élite del ATP Tour en las últimas cuatro temporadas. Durante este tiempo ha ido tallando un poderoso potencial y moldeando su carácter impulsivo. “Es un chico nervioso, tiene sus objetivos y la gente apunta muy arriba. Hay que ser realista y ayudarle a dejar a un lado el estrés, acompañarle en la parte mental y que vea que si pierde vamos a estar ahí igualmente”.

Lo cierto es que el ruso se ha acostumbrado a celebrar la victoria en más ocasiones que nunca (19-4 en 2020). A pesar de la singularidad de un curso excepcional, con cinco meses de suspensión debido a la pandemia por COVID-19, ha sabido adaptarse como pocos a las circunstancias. Inició el año enlazando los títulos de Doha y Adelaida, para presentarse entre los ocho mejores en Flushing Meadows.

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“Ya terminó muy bien el año, porque también ganó en Moscú que para él era importante. Luego, empezó 2020 ganando otros dos títulos”, relata Vicente a ATPTour.com. “Andrey trabaja muy duro, le gusta mucho el tenis y todo lo que le pasa se lo merece. Sabe dónde tiene sus debilidades, aunque a veces es muy impulsivo. Pero es el carácter que tiene y estamos trabajando en ello. La idea es mejorar detalles porque hay muchas cosas que mejorar, pero poco a poco vamos para delante”.

Después de once victorias seguidas en enero, Alexander Zverev puso freno a su progresión en la cuarta ronda del Abierto de Australia. La línea ascendente que dibujaba entonces se vio frenada en seco por la suspensión del circuito. “Parar, después de empezar bien el año, de llevar una inercia con muchos puntos, te estresa. Pero esto ha sido duro para todos. Tampoco nos podemos quejar, al final estamos jugando en una burbuja, mientras hay gente que no lo está pasando bien. La situación es la misma para todos los jugadores”.

En esa burbuja de Nueva York habrá un campeón que levantará su primera corona de Grand Slam. Todas las raquetas que aún están en pie en el US Open, nunca han ganado un título de esta categoría. La oportunidad para todos es evidente. “Creo que a todo el mundo le ronda en la cabeza. Cuando hay un cuadro más abierto, hay más opciones. Todos los jugadores desde Dominic [Thiem] hasta el resto nunca han ganado un Grand Slam y lo tienen en su cabecita. En nuestro caso, no iría más allá hasta llegar, en todo caso a la final. Aún está lejos. Mejor centrarse en el partido que toca”.

Vicente pone la calma en la tormenta. “Él es ambicioso, ni lo dudes. Si yo estuviera en cuartos de final, ya te diría que también lo sería. Es normal. Hay que mantener la calma”, confiesa. “Él tiene sus números en la cabeza y apunta alto, pero mi misión no es decirle que tiene que estar el No. 1, el No. 2 o el No. 22. Tengo que ir a mi trabajo diario, pensar en el siguiente partido y no le puedo hablar de ganar el torneo, porque creo que no toca”.

Rublev es el tercer jugador más joven en cuartos de final de este US Open con 22 años, mientras que Carreño marca el techo con 29. Nadie alcanza la treintena. Flushing Meadows ha dejado paso a los más jóvenes. ¿Es su momento? Responde rotundo el entrenador del No. 14 del FedEx Ranking ATP, aún sabiendo las circunstancias que han rodeado a ausencias importantes en la gira americana. “Si están aquí y ganan partidos es que tienen el nivel. Aquí también ha habido jugadores mayores que quieren ganar. Así que el nivel lo tienen, no hay más”.

Durante la cuarentena, el ruso pudo dedicar tiempo para limar algunos apartados que lo han reforzado en esta vuelta a la competición. “Se ha trabajado bien, hemos tenido tiempo y viene fresco. Es cierto que la primera semana aquí jugó muy mal, estaba muy nervioso y notó la falta de competición. Pero tuvimos mucho tiempo para hablar, para trabajar, para estar al nivel de los grandes tanto en la importancia del apartado mental, como en tener variantes, subir a la red algo más, mejorar el segundo saque que era por donde lo atacaban, cómo manejar las emociones… esto marca las diferencias”.

El destino le ha preparado la posibilidad de aspirar a todo en un Grand Slam. Ya ha igualado el mejor resultado de su carrera y la pista dura americana es un escenario propicio para seguir creciendo. “El año pasado llegó hasta octavos, ganando a Tsitsipas, Kyrgios o Simon. Si se mira el cuadro este año, es diferente. Es cierto que esta vez ha llegado más lejos, aunque ganando a Berrettini en un partido en el que dio un salto de calidad. Demostró que está al nivel, pero para seguir más adelante a partir de ahora veremos qué pasa con Medvedev”.

Pase lo que pase en Flushing Meadows, estará más cerca que nunca del Top 10. “Sinceramente, el objetivo es intentar ganar los máximos partidos posibles, estamos apuntado a casi todo, porque hay que aprovechar”, señala Vicente sobre lo que resta de temporada. “¿Acabar Top 10? Me encantaría, pero es una cuestión más de números. Realmente no me importa tanto”.