
Rafael Nadal desempolvó el casillero de victorias esta temporada en primera ronda del Abierto de Australia, en un partido en el que necesitó tres horas y 41 minutos para superar a Jack Draper por 7-5, 2-6, 6-4, 6-1.
“Cuando vienes de períodos largos de lesiones es mucho mejor empezar en torneos más pequeños que te permitan ganar partidos. Desgraciadamente, tras la paternidad, las lesiones y por lo que sea, mi vuelta a la competición ha sido en Masters 1000, pista cubierta, ahora en la United Cup jugando contra dos rivales top… ha sido todo muy difícil”, analizó el No. 2 del Pepperstone ATP Rankings.
Sus últimos seis partidos habían sido frente a rivales del Top 30, pero el balance era de 1-5 entre el Paris Rolex Masters, las Nitto ATP Finals y la United Cup. “Dentro de lo que cabe he competido y en muchos de esos partidos he tenido opciones de ganar. No han caído de mi lado, pero hoy sí. Cada vez estoy un poco más preparado”, señaló el español.
Ante el británico de 21 años cumplió muchos los propósitos que se había anotado antes del partido. “Creo que el primer set ha sido muy ordenado en todos los sentidos, no he cometido errores no forzados de bulto ni errores tácticos, he hecho lo que tenía que hacer en todo momento. Como primer set del torneo ha sido muy positivo”, explicó.
Además, tenía claro que el guion por momentos podría no marchar como le gustaría. “No me he enfadado en ningún momento, he tolerado los errores. Para mí era algo importante perdonarme las cosas como fueran sucediendo, lo prioritario era ganar el partido y sabiendo que las cosas no iban a ser perfectas tenía que estar con la humildad para aceptar que las cosas iban a ser difíciles”.
Y el estreno, efectivamente, no fue sencillo. La batalla se prolongó durante casi cuatro horas en las que a sus 36 años no acusó el esfuerzo, al contrario que su joven rival que padeció calambres.
“Estoy bastante más delgado de lo que lo he estado en los últimos años, he hecho esfuerzos, llevo semanas trabajando fuerte, después tienen que salir los resultados y trabajamos para que salgan. Hoy ha sido un avance para mí y hay que seguir”, señaló Nadal.
“Era un partido importante, porque al final cuando uno trabaja, quiere resultados. Pero la paciencia es algo que he controlado bien durante mi carrera, con las lesiones, con los momentos que tenía que aceptar las dificultades y físicamente creo que estoy bien, me he encontrado bien de piernas, estoy más o menos rápido o al menos eso parece en los entrenamientos”, añadió sobre su estado de forma.
Nadal pasa página sin olvidar el mérito y el aprendizaje de su estreno en Melbourne. “Era un partido en el que no iba a tener el control en todo momento. Casi cualquier cabeza de serie quería esa primera ronda. Aceptando todo esto, ganar a un rival de un muy buen nivel es lo importante. He ganado ante un muy buen jugador. Cosas bien seguro que he hecho, partiendo de esta base lo que hay que hacer es darles continuidad a las cosas buenas y alargarlas lo máximo posible”.
El campeón de 22 Grand Slam ya mira hacia la segunda ronda, donde le espera Mackenzie McDonald.