
El ecuador del Abierto de Australia espera a los candidatos este viernes en Melbourne Park. La posibilidad de completar con éxito la primera semana de competición será el impulsos para muchos aspirantes, con el objetivo de quedar entre los últimos 16 supervivientes en el primer Grand Slam de la temporada. Los más fuertes velan armas antes de lanzarse a por las grandes rondas de manera definitiva, un escenario en el que será tan importante la claridad de ideas como la fortaleza física.
Carlos Alcaraz visitará por primera vez la Rod Laver Arena en esta edición del torneo, buscando en la sesión de día los ajustes precisos para dominar el escenario. En esa pista, donde tendría que batallar para completar la colección del Grand Slam, cruzará golpes con el portugués Nuno Borges en un encuentro sin precedentes de superficie dura en el circuito. Tras superar sus dos primeros duelos sin mayores rasguños, el murciano ha logrado endurecer un servicio que promete convertirlo en un candidato de primer nivel en Melbourne.
Para el pupilo de Juan Carlos Ferrero, la prueba de progreso parece evidente en el torneo: por primera vez podría superar la primera semana de competición sin entregar una sola manga. Navegar bajo el sol de Melbourne sin afrontar grandes curvas, ahorrando energías para los partidos calientes, puede fortalecer las opciones de un candidato con hambre infinita.
Preparado para duelos con alternativa llega Novak Djokovic, tras sortear dos primeras rondas con mangas entregadas. En el primer partido de la sesión nocturna en la Rod Laver Arena, 10 veces campeón tendrá que elevar el nivel ante el checo Tomas Machac, un rival de talento innegable para convertir los partidos en un laberinto de golpes. Esa atención sobre la pista, con velocidad de piernas como requisito indispensable, pondrá a prueba las habilidades del máximo campeón histórico del torneo. Con un equilibrado (1-1) historial Lexus ATP Head2Head, Machac intentará recordar las semifinales de Ginebra de la temporada pasada para firmar la gesta de su carrera.
Al abrigo de la Margaret Court Arena acudirá Alexander Zverev, fortalecido tras dos primeras rondas superadas con autoridad. El alemán no ha perdido un servicio sobre las canchas de Melbourne, cuya velocidad han subrayado bastantes jugadores en los últimos días. Con una tarima favorable como impulso, el vigente semifinalista encontrará el escenario ideal para medir al británico Jacob Fearnley, asomado por primera vez en su carrera en estas alturas de un Grand Slam. Si el germano es un candidato eterno a los majors, un nuevo mensaje de seriedad será observado por el vestuario.
La posibilidad de romper moldes seguirá en manos de Roberto Carballés Baena, presente por primera vez en su carrera en la tercera ronda del Abierto de Australia. El español tendrá que completar un ejercicio de convicción personal ante el estadounidense Tommy Paul, un rival de experiencia superior en los grandes escenarios. La dureza desde el fondo de pista arropa a ambos jugadores, que prometen un partido donde el desgaste y la velocidad de piernas pueden marcar el guión de principio a fin.
Esa resistencia en el esfuerzo también guiará los pasos de Alejandro Davidovich Fokina, llamado a filas después de completar la remontada de su vida en Melbourne. El malagueño, que levantó dos mangas por primera vez en su carrera ante Felix Auger-Aliassime, encontrará un partido de puntos cortos frente al pegador checo Jakub Mensik. Dotado de un juego eléctrico en cada pelota, el español tendrá que responder a los duros servicios de su rival para plantarse por primera vez en la segunda semana de Melbourne.
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