
Con el pase a los octavos de final del Abierto de Australia, Carlos Alcaraz alcanzó un récord de otra época, y que estaba en manos del legendario Bjorn Borg: a los 20 años, el español se convirtió en el tenista más joven en alcanzar siete octavos de final en torneos de Grand Slam, algo que el sueco había hecho entre 1975 y 1977 con 21.
“Bueno, intento no darle importancia, la verdad”, respondió Alcaraz, que se enfrentará este lunes a Miomir Kecmanovic por una plaza en los cuartos del primer grande del año. “No le doy mucha importancia porque los récords que realmente quiero batir son los de los que está batiendo Novak [Djokovic]. Esos son los récords que realmente me propongo para mi carrera. Este tipo de récords están muy bien, están genial, pero intentamos no darle importancia, sino seguir mejorando para ser mejor”, prosiguió.
“Obviamente conseguir récords de leyendas como Borg siempre se agradece, siempre es muy bueno, pero si le das demasiada importancia a lo mejor puede jugar en contra”, reflexionó el No. 2 del Pepperstone ATP Rankings. “Así que nosotros intentamos olvidar este tipo de cosas”.
Modelo de precocidad en el circuito, Alcaraz apunta ahora a objetivos a largo plazo. El español, que ya ha sido No. 1 mundial y ha conseguido celebrar dos títulos de Grand Slam (US Open 2022 y Wimbledon 2023), no oculta desde hace tiempo que persigue un lugar entre los mejores de la historia de su deporte, donde lógicamente está Djokovic junto a Rafael Nadal y Roger Federer.
Alcaraz ha jugado 201 partidos, con un récord de 158 victorias y 43 derrotas. El murciano está prácticamente igualado con Nadal al llegar a esa cifra, y supera a Federer y Djokovic.