ATP Tour
Novak Djokovic envió un mensaje, a Carlos Alcaraz y al resto de sus rivales en el Tour. Nuevamente en semifinals del Abierto de Australia, todavía es uno de los jugadores a batir y, con toda su experiencia a cuestas, aún tiene mucho para dar, en Melbourne o en dónde sea.
El serbio, que se ha proclamado campeón del Abierto de Australia en diez ocasiones y ha sido una fuerza dominante en el torneo de pista dura desde que levantó su primer Grand Slam en Melbourne Park en 2008, destacó su nivel de alta calidad por casi cuatro horas de juego contra Alcaraz.
“Estoy muy orgullo de haber conseguido sacar este partido en cuatro sets”, definió en conferencia de prensa. “Carlos aporta mucha energía e intensidad en la pista. Siempre exige lo mejor de su rival para, sí, tener la oportunidad de ganarle… había mucha energía en la pista. Fue increíble. Parecía la final de un Slam, la verdad, ojalá lo hubiese sido”, dijo con una sonrisa.
En unas condiciones ventosas y ante un público electrizado en la Rod Laver Arena, el séptimo cabeza de serie contrarrestó un problema físico inicial para volver a brillar. “Creo que empecé muy bien. Fue un partido bastante igualado. Luego, sí, me ocurrió el accidente físico al final del primero. Perdí el primer set. Volví. De algún modo conseguí ganar el segundo. Empecé a sentirme mejor supongo que hacia el final del segundo, principio del tercero. Empecé a moverme mejor”, aseguró.
Bajo la dirección de su entrenador, Andy Murray, el serbio se jugó el todo por el todo para combatir cualquier resistencia de Alcaraz, tirándose al suelo en varias ocasiones para ganar intercambios que le rompían los pulmones. De hecho, Djokovic reconoció que el festejo fue exclusivamente para Murray, en su banco.
“Cada día me siento más conectado con Andy. Nos enfrentamos a retos cada día. La gente no ve eso, obviamente. Tratamos de sacar el máximo provecho de cada día y crecer juntos. Ha estado tan comprometido con mi carrera y este torneo como puede estarlo. Así que fue una especie de, sí, gesto de aprecio, respeto por él, y el hecho de que está ahí fuera, y no necesita estarlo. Aceptó trabajar conmigo. Él está dando todo su apoyo a mí, a todo el equipo, y tratando de hacer que funcione”.
Tras sellar el pase a su 50ª semifinal de un Grand Slam, Djokovic no quiere mirar atrás y ya piensa camino hacia su undécima final en el Abierto de Australia con Alexander Zverev en el horizonte. ¿Cómo siguen sus aspiraciones por hacer aún más historia en Melbourne?
“Definitivamente va a ser un reto en todos los aspectos. Voy a jugar contra Zverev, que está en un gran momento de forma, y va a por su primer Grand Slam. Ha estado cerca. Para mí, el día extra sin partido llega en un buen momento e intentaré hacer todo lo posible con mi equipo de recuperación, con mi fisio hoy, mañana. No sé qué va a pasar en los próximos días, pero espero lo mejor”, definió.
“Si consigo de alguna manera estar lo suficientemente bien físicamente, creo que mentalmente, emocionalmente no puedo estar más motivado”, aseguró Djokovic y sentenció. “Como jugador te alimentas de este tipo de victorias. Así es como me siento ahora. Espero poder moverme con soltura físicamente y estar listo para jugar cinco sets”.
No obstante, el campeón de 24 torneos Majors quiso darle un reconocimiento especial a Alcaraz, luego de aumentar a 5-3 el Lexus ATP Head2Head entre ambos. “Hay que reconocerle el mérito de haber luchado. Creo que los dos lo hemos dado todo en la pista esta noche. Espero que la gente lo haya visto”.
