Carlos Alcaraz tenía 14 años cuando Juan Carlos Ferrero lo vio jugar por primera vez. Atraído por los rumores de un talento especial que emergía cerca de su academia de tenis en el sureste de España, el ex número uno del mundo tuvo su primer vistazo de Alcaraz compitiendo en un torneo.
Ese momento fue el origen de una exitosa alianza que oficialmente comenzó en 2018 y que terminó el miércoles cuando Alcaraz y Ferrero anunciaron que la colaboración ha llegado a su fin.
Su éxito estuvo entrelazado. Donde estaba Alcaraz, estaba Ferrero. Fueron sinónimos durante el meteórico ascenso de Alcaraz hasta donde está hoy, en el No. 1 del PIF ATP Rankings.
“Significa mucho para mí,” dijo Alcaraz sobre Ferrero el año pasado. “Obviamente es un gran apoyo tenerlo. Su apoyo es realmente especial para mí. Comenzamos cuando yo jugaba en juveniles, él me acompañaba en torneos grado 4 viajando conmigo”.
Bajo el liderazgo de Ferrero, Alcaraz conquistó 24 títulos a nivel de tour, incluidos seis Grand Slams. El español ganó su primera corona de Grand Slam en 2022 en el US Open y con esa victoria, el entonces jugador de 19 años se convirtió en el más joven en ascender al puesto número uno en la historia del PIF ATP Rankings.
“Es una sorpresa para todos, excepto para mí,” dijo Ferrero en ese momento. “Porque entreno con él todos los días y sé de lo que es capaz.”
La conexión entre Alcaraz y Ferrero nunca estuvo definida únicamente por trofeos. Su vínculo era más profundo, revelado con más claridad en momentos como en Miami en 2022, cuando Alcaraz se preparaba para su primera final ATP Masters 1000.
Ferrero no había estado presente en ese torneo de pista dura porque su padre, Eduardo, había fallecido. Pero Ferrero voló a Florida para la final. Cuando Alcaraz vio a su entrenador, corrió y le dio a Ferrero un fuerte abrazo. Horas después, Alcaraz levantó el trofeo y se convirtió en el campeón más joven en la historia del torneo.
“Juan Carlos es una persona muy importante para mí,” dijo Alcaraz después de esa victoria en Miami. “En el aspecto profesional, en el personal, me ayuda mucho en ambos lados. Cuando estamos juntos, hablamos de todo en la vida, de todo en nuestro deporte, hasta de fútbol”.
“Lo considero entrenador y amigo también. Así que puedo hablar con él de todo”
En Wimbledon en 2023, los ojos de Ferrero se llenaron de lágrimas mientras abrazaba a Alcaraz, momentos después de que el español capturara su primer Grand Slam en césped. Alcaraz defendió con éxito su título en All England en 2024 para completar el raro doblete Roland Garros–Wimbledon esa temporada.

Alcaraz y Ferrero tras la final de Wimbledon 2023. Crédito: Clive Brunskill/Getty Images
La asociación entre Alcaraz y Ferrero estuvo llena de éxitos. Este año, Alcaraz capturó un récord personal de ocho títulos a nivel de tour y lideró la temporada con 71 victorias, según el Índice de Ganados/Perdidos de Infosys ATP.
Una de las victorias más dramáticas de Alcaraz fue en la final de Roland Garros, en la que remontó dos sets en contra y salvó tres puntos de campeonato para derrotar a su gran rival Jannik Sinner. Alcaraz se acercó a la zona de entrenadores y compartió una celebración de emoción pura con Ferrero, quien levantó al joven de 22 años en el aire, y juntos exclamaron con fuerza: “¡Vamos!”.
“Por supuesto que creo que él nació para jugar estos momentos”, dijo Ferrero después de la épica victoria de cinco horas y 29 minutos de Alcaraz.
Mientras que una relación entrenador-jugador implica una variedad de consejos, para Alcaraz y Ferrero, a veces era algo simple. Cuando se le preguntó sobre su comunicación a mitad de partido con Ferrero el año pasado, Alcaraz compartió la palabra que más le escuchaba: “Sonríe”.
Sin duda, Alcaraz y Ferrero pueden mirar atrás en su asociación de siete años y sonreír.

Alcaraz y Ferrero celebran su triunfo en 2021 en las Next Gen ATP Finals presented by PIF. Crédito: Peter Staples/ATP Tour