
Una de las ideas centrales del Plan Estratégico ATP es fortalecer el producto deportivo en el nivel de élite. ¿Cómo valora el Challenger Tour en el contexto de esta visión?
Permítame comenzar remarcando que el Challenger Tour es vital para el éxito del tenis. Es el camino hacia el ATP Tour, sin el que nuestro deporte no podría prosperar. Conozco de primera mano la dureza de la competición en ese nivel, habiendo jugado muchos Challenger durante mi carrera. Siento el máximo respeto por los jugadores y por los promotores de torneos de este nivel, porque trabajan extremadamente duro.
Respeto al número de deportistas con apoyo financiero, es cierto que el tenis no se encuentra al nivel de deportes de equipo como el fútbol, el baloncesto o el fútbol americano. Mejorar los incentivos financieros en los niveles más bajos del tenis se logra con una mejor promoción y con apoyo a través de la redistribución de ingresos generados en la zona alta. Me gustaría destacar que esto es una prioridad absoluta para ATP y, realmente, creemos que se pueden lograr progresos notables.
Recientemente, hemos creado una nueva división Challenger dentro de la ATP, encabezada por Richard Glover, antiguo CEO de Tennis South Africa. La única misión de esta división será hacer crecer el deporte en ese nivel. Es el resultado de un análisis financiero del Challenger Tour hecho el año pasado por ATP Management, buscando oportunidades de reestructura e incremento de la inversión. Con el apoyo de nuestro Consejo, nuestro plan es desarrollar esas oportunidades en 2022.
Mientras que el Challenger Tour ha sido un producto sostenible durante más de 30 años, tengo confianza en que conseguiremos notables mejoras, incluyendo el incremento en las ganancias de los jugadores.
¿Cuáles son las diferencias fundamentales entre las disciplinas de equipo y los deportes individuales que explican la disparidad en el número de atletas financiados?
Se debe a la fidelidad de los aficionados. Los deportes de equipo se benefician al tener aficionados fieles, a menudo debido a la localización, incluso en los niveles más bajos. Los equipos tienen la oportunidad de jugar frente a sus seguidores durante grandes períodos del año y construir una cultura de seguimiento en torno a una identidad. Si esos aficionados compran regularmente entradas, mercadotecnia, o siguen el evento por televisión, consiguen que el modelo de negocio funcione. Por contra, el interés de los aficionados está más centrado en las estrellas en deportes individuales.
Dicho esto, el tenis genera notables ingresos y, junto con el golf, se encuentra entre los deportes individuales más exitosos del mundo. Tenemos más de 1.000 millones de aficionados, nuestro desafío y nuestra oportunidad es no solamente atraer a nuestros aficionados sino generar una mayor conexión con nuestra actual base de seguidores.
Imagen: Marta Magni/MEF Tennis Events
Hablando de golf, muchos lo señalan como un deporte que logra sustentar a muchos más jugadores que el tenis. ¿Cuál es su punto de vista sobre ello?
Primero, es importante reconocer que los ingresos generales del golf son mayores que los del tenis. Hay muchas razones para ello. Sin embargo, cuando hablamos de distribución de premios dentro del golf hay similitudes. Alrededor del 70% de los premios del PGA Tour van a los jugadores Top 100, al parecido a lo que sucede en nuestro Tour. Por supuesto, queremos que el 30% restante vaya más allá de lo que hace actualmente. Para lograr eso necesitamos incrementar nuestros ingresos.
Otros deportes individuales también representa un punto de referencia útil. En comparación con disciplinas como la natación, el ski, el boxeo o el atletismo, la compensación para el deporte en el tenis es muy exitosa en términos de número de deportistas y ganancias totales.
Incrementar nuestros ingresos totales comienza con el foco en la experiencia del aficionado. Hay muchas cosas que podemos hacer para generar sinergias y reducir la fragmentación dentro del tenis, causa de de los puntos de dolor para los aficionados y fuga de valor. La conversación sobre el apoyo a los niveles más bajos será mucho más sencilla si hay un crecimiento incremental en la zona alta.
Danos una valoración macro del Challenger Tour. ¿Qué crees que es fundamental para el éxito en el futuro?
En circunstancias normales, una temporada ATP Challenger Tour incluye más de 150 torneos, ofreciendo alrededor de 12 millones de dólares en premios. Ese dinero no llega demasiado lejos. Pocos jugadores pueden ganarse la vida en ese nivel del deporte.
Para cambiar esta situación de una manera significativa, los distintos organismos del tenis necesitan trabajar juntos para asegurar que el crecimiento de ingresos en la cima de nuestro deporte se redistribuye en los niveles inferiores. Esto debe suceder mientras incrementamos los ingresos existentes en el nivel Challenger.
Debemos reconocer también que nuestro deporte no puede pretender dar sustento a un número ilimitado de jugadores. Se debe trazar una línea en algún punto. Esa decisión debe ser tomada colectivamente entre los diferentes organismo de nuestro deporte, y todos en el tenis - incluyendo los futuros jugadores - deberían beneficiarse al saber con claridad dónde se encuentra esa línea. También, es cuestión de fortalecer los ingresos, las oportunidades y la movilidad para la siguiente categoría de jugadores que actualmente no pueden ganarse la vida con el tenis profesional.
En términos de gestión del calendario, mantener una extensión geográfica de torneos Challenger es clave. Los torneos locales son esenciales para que los jugadores reduzcan costes. Tener acceso a oportunidades de competición también genera un camino competitivo sano hacia el ATP Tour, atrayendo talento al deporte de todas partes del mundo.
Hay quienes defienden que el Tour está enfocado en servir a la élite, a los mayores niveles del deporte. ¿Es eso cierto?
Creo que solamente tienes que mirar a los últimos dos años para comprobar que ese no es el caso. La pandemia ha causado una disrupción financiera sin precedentes en nuestro deporte, y han sido los grandes jugadores quienes han soportado el mayor peso en la reducción de premios, dado que hemos apuntado a las rondas finales de los torneos. Los grandes jugadores y el Consejo de Jugadores ATP merecen todo el reconocimiento por apoyar esta iniciativa.
Al contrario, protegimos las primeras rondas y las fases previas, e invertimos con fuerza en el Challenger Tour para asegurar que se mantenían los torneos y las oportunidades de competición. Solamente en 2021, invertimos más de 3.300.000$ en un fondo relacionado con la COVID, además del fondo Challenger que habitualmente distribuimos con carácter anual.
Los jugadores situados entre el No. 100 y el No. 200 individual ganaron en promedio un 14% más de premios en 2021 que en 2019, antes de la pandemia. Un total de 147 torneos se celebraron en el nivel Challenger en 2021 - solamente 11 menos que en 2019. Esos números demuestran con claridad nuestro empeño en apoyar los niveles inferiores del tenis durante estos tiempos difíciles.
Mirando al largo plazo, el Plan Estratégico que implementamos en septiembre de 2020 establece una visión clara para nuestro deporte, donde el crecimiento en la cima debería fortalecer la base de la pirámide a través de un incremento de apoyo financiero en los niveles más bajos. Este apoyo es una responsabilidad colectiva y las grandes entidades del tenis tienen que jugar un papel trabajando juntos de manera más estrecha.
Imagen: Rafa Nadal Academy by Movistar
¿Cómo gestiona el tenis el equilibro entre asegurar que suficientes jugadores tienen un sustento en el deporte y conseguir que los mejores jugadores sean compensados justamente por el significativo valor que generan?
Tenemos la responsabilidad de asegurar que los mejores jugadores son compensados dado que generar la mayor parte del valor para los aficionados en nuestros mejores eventos. Llegar a la cima de cualquier deporte requiere de un inmenso trabajo duro y dedicación en los deportistas sin garantía alguna de éxito. Queremos asegurar que durante esos 10-15 años de sus carreras, esos deportistas son adecuadamente recompensados por alcanzar ese nivel y brindar ese valor a nuestro deporte. El PGA recientemente lanzó el Player Impact Programme, que recompensa a los jugadores que atraen el mayor interés de aficionados al deporte, y muestra esa misma mentalidad en el golf. Tampoco podemos perder de vista nuestra responsabilidad para asegurar que los jugadores situados entre el No. 50 y el No. 120, que participan en los torneos clave, sean recompensados como merecen.
Dicho esto, ¿queremos también distribuir premios a un mayor número de jugadores? Por supuesto. Cuando deportistas jóvenes toman la decisión de buscar o no una carrera profesional de tenis, esto tendrá un impacto a la hora de valorar su es una opción viable. Podría ser la diferencia entre mantener a una futura superestrella en el deporte o no. Es una de las muchas razones por las que el incremento de los premios han sido centrados en las primeras rondas durante los últimos años. Para ayudarnos en este sentido y proporcionar un camino sostenible hacia la cima.
Los jugadores y los torneos tradicionalmente han estado enfrentados por los premios. El Plan Estratégico plantea una nueva fórmula de premios. ¿Hay alguna novedad sobre ello y qué diferencia marcaría?
Nuestro objetivo es claro: alinear los intereses de jugadores y torneos de una manera justa y transparente. Eso significa que cuando una parte de nuestros miembros tenga éxito, también lo tenga la otra.
Vamos a comenzar implementando un nuevo modelo de premios en los ATP Masters 1000, como parte del ATP Strategic Plan, que ya ha sido puesto en marcha este año. Bajo este modelo, los beneficios del torneo que excedan los premios on-site en la categoría serán compartidos al 50% entre jugadores y torneos, contribuyendo a un potencial Variable Bonus Pool que sería entregado a los jugadores al final de cada año.
La fórmula se basa en una nueva regla que requiere que las finanzas del torneo sean auditadas de forma independiente. Esto es un avance enorme para nuestra organización, dando una transparencia financiera total a los jugadores por primera vez desde el nacimiento del Tour en 1990. Constituye un paso clave en la unificación de los intereses de jugadores y torneos bajo la asociación del ATP Tour.
Dese que asumí la presidencia en enero de 2020, he defendido que la transparencia y la alineación de intereses, donde todos seamos parte del éxito del deporte, son requisitos fundamentales para nuestra membresía. Son los pilares de una verdadera asociación.
A largo plazo, ¿cuál va a ser el mayor impulsor del incremento de premios en el deporte?
Tenemos que comenzar poniendo al aficionado en el centro. La agregación y la centralización son claves para ello. Unificar nuestros derechos de emisión y acudir al mercado juntos, tendremos el potencial para atender los puntos de dolor de los aficionados y proporcionarles una mejor experiencia. Tenemos que abrirnos a nuevos mercados y estrategias de distribución para crear nuevas fuentes de ingresos que filtran en nuestro ecosistema.
Otro elemento será hacer crecer las marcas de los jugadores. Necesitamos que los aficionados conozcan y se impliquen con la historia de muchos jugadores para que el tenis tenga más figuras que puedan atraer miradas a nuestro deporte. Esto va a requerir una inversión importante en marketing, media, producción de contenido y tecnología. Necesitamos invertir en formato breve y contenido fuera de pista para servir a los aficionados en redes sociales y plataformas digitales, donde están más conectados, y construir la expectativa alrededor de las siguientes estrellas del tenis.
Lo positivo es que el tenis tiene mucha ventaja financiera. La década anterior a la pandemia produjo un crecimiento récord, pero podemos hacer un trabajo mucho mejor enfocándonos en la experiencia del aficionado. Si lo hacemos bien, lograremos el crecimiento. Los jugadores en todas las etapas del camino se beneficiarán de ello.