
Mariano Navone no para de sonreír, parece un chico en un parque de diversiones. A los 23 años, el argentino disfruta como nadie de ser parte del ATP Tour y de jugar los torneos que siempre soñó, y volver al IEB+ Argentina Open tras su temporada de irrupción como uno de los mejores tenistas argentinos del presente vaya si es especial.
Para Navone, el tenis es mucho más que su pasión, es una motivación extra para siempre pensar en positivo. Cada día, por ejemplo, suele llegar al club en su auto desde su departamento en Nuñez, a unos pocos minutos del club, y dónde empezó a hacer base luego de venir desde su 9 de julio natal, a unos 300 km de la Capital Federal. Pero Navone ya no pasa desapercibido, todo lo contrario: es uno de los ‘mimados’ de los fans, le piden decenas de fotos a diario y le dicen que lo vienen a ver a él.
¿Qué es lo que más lo sorprende? “Para mi sigue siendo lo más lindo y lo más loco que alguien pague una entrada y venga a hacer fuerza por mí, o que me quieran ver y casi que quieren que gane más que yo”, dijo a ATPTour.com con una sonrisa. Sucede que para Navone la temporada 2024 fue su primera en el circuito grande y significó un crecimiento exponencial. De hecho, en solo doce meses ha firmado dos finales ATP Tour, alcanzando el puesto 29° en el PIF ATP Rankings o siendo el primer jugador en ser preclasificado en su debut en un Grand Slam.
El finalista del ATP500 de Río la última temporada estará saliendo al ruedo este lunes en Buenos Aires contra un viejo conocido y compañero de aventuras, el invitado Francisco Comesaña. “Con Fran venimos compitiendo hace varios años, y me gusta tener que enfrentarme con alguien con quien jugué mucho de Junior”, aseguró. Quien logre pasar ese desafío será el primer rival de Holger Rune en los octavos de final, tamaño desafío.
“Está buenísimo que que todos que tanto nos conocemos de tan chicos nos empecemos a enfrentar también en estas instancias… en su momento fue en los Future, después en Challengers y ahora empieza a ser en ATP”, consideró y auguró: “En el cuadro hay muchos de los chicos que todos jugamos desde chicos y hoy estamos acá, y nos vamos empujando entre nosotros”.
Uno de los mejores amigos de Navone en el tenis ha sido Facundo Díaz Acosta, último campeón en Buenos Aires. Tras el logro de su amigo, Navone reconoce haberse sentido motivado para también hacerlo bien y, una semana después, escaló hasta la definición en Río. Lejos de ponerse presión por defender una ampulosa cantidad de puntos, el argentino mira la mitad del vaso lleno.
“El desafío de este año que es el primero de como jugador ATP pleno. defendiendo los puntos del año pasado y sí que se puede sentir un poco de presión: defiendo 360 puntos la semana que viene y es imposible no pensarlo, pero es una cuestión de convivir pero también pienso que hubo momentos donde el año pasado no me fue bien y son semanas que también puedo aprovechar y hacer una diferencia”, dice de forma analítica. Nada está librado al azar para Navone, pero eso no quita que se centre en el momento y en el ahora.
Mientras tanto, Navone reconoce que sigue siendo casi chocante estar en un torneo por el cual pagó entradas con sus hermanas cuando era chico para venir a ver a sus ídolos. Varios años después, quiere mantener la esencia para seguir siendo protagonista.