La ambición de un tenista en el ATP Tour no solo la marcan sus resultado, si no también esa capacidad invisible de trabajo y la búsqueda constante de querer seguir mejorando un poco cada vez que entra a una cancha de tenis.
No importa si sos el No. 2 del PIF ATP Rankings. El ejemplo lo dio ayer Alexander Zverv, en una situación curiosa en el IEB+ Argentina Open: tras vencer a Dusan Lajovic y avanzar a cuartos de final, el alemán fue directamente a una cancha de entrenamiento y pasó allí un buen rato puliendo varios detalles.
Zverev no es el único que lo hace, ni la primera vez que ocurre para él, todo lo contrario: la costumbre hace el hábito y el finalista del Abierto de Australia tiene en claro que tiene mucho por mejorar si quiere acercarse a sus objetivos.
“Esto es hábito que he adquirido en los últimos meses, trabajar inmediatamente en las cosas que quizá no funcionen tan bien... Ahora tengo un día libre, así que puedo tomármelo con calma, pero básicamente lo hago para enfocarme en las cosas que tengo que mejorar”, contó.
“Es algo constante que hago hoy en día… porque sigo queriendo mejorar siempre. Los partidos a veces me los tomo como un test, para medir lo que está funcionando bien y lo que no en mi juego. Y cuando termina el partido, siempre es el momento perfecto para ir a trabajar en las cosas que no funcionan bien”, explicó el alemán y cerró: “Es algo que tomo como costumbre desde hace tiempo. Acabo los partidos y me voy a entrenar”, dijo con una sonrisa.
De hecho, Alexander Zverev Sr, quien acompaña a su hijo en Buenos Aires, se refirió a la relación de ‘Sascha’ con los entrenamientos, quien desde muy joven no quería dejar la pista: “Empezaba a llorar porque quería seguir jugando. 'Todavía quiero entrenar'. Incluso ahora, siendo uno de los mejores jugadores del mundo, a veces terminamos teniendo un entrenamiento nocturno a eso de las 23.00 o en la medianoche. Y les pide a los organizadores de los torneos que le dejen pelotear después de los partidos durante 30 o 40 minutos”, contó en en su ATP Spotlight como entrenador del mes.
En tanto, Zverev buscará un lugar en semifinales en Buenos Aires cuando se mida ante Francisco Cerúndolo, el viernes, ante quien cayó en Madrid, la última temporada. “Es un gran jugador, sobre todo en polvo de ladrillo. El año pasado me ganó muy fácil. Jugó un partido fantástico, yo uno muy malo. Así son las cosas, pero estoy deseando que llegue el desafío. Es un gran rival y voy a prepararme para ello”, auguró sobre su próximo rival.
