
Francisco Cerúndolo vive a cinco cuadras del Buenos Aires Lawn Tennis. Si quisiera, podría venir caminando todos los días y, a veces, lo hace, por comodidad antes que venir en auto para evitar el tráfico. Lo mismo sucede con sus papás Alejandro y María Luz, con quienes comparte techo, junto a sus hermanos Juan Manuel y Constanza.
Siempre ha sido así, en familia y respirando tenis, como creció el mayor de los hermanos Cerdúndolo, quien esta semana es el tenista argentino mejor ubicado en el Pepperstone ATP Ranking mientras avanza en el Argentina Open, un torneo en el que por tercer año seguido está en cuartos de final y que lo vio irrumpir a su primera definición hace dos temporadas.
La familia Cerúndolo, de hecho, respira tenis: no imaginan la vida de otra manera sin raquetas, raqueteros y pelotitas de por medio. “Nuestra casa es un vestuario. Hablamos de deporte, de tenis, todo el día. Como padres nunca les impusimos la decisión de que fueran deportistas, o que tengan la obligación de ser buenos. Los criamos con una base de deporte de la vida de ellos y cada uno fue haciendo su camino que hoy nos genera mucho orgullo”, asegura a ATPTour.com ’Toto’ Cerúndolo, de 64 años, ex tenista profesional (estuvo cerca de los 300 mejores en la década del 80’), formador y entrenador de múltiples jugadores argentinos.
En la estructura familiar, mamá María Luz cumple un rol fundamental. También jugadora, luego se recibió de psicóloga con un posgrado en la rama deportiva, y suele acompañar a sus hijos por el mundo siempre que puede. Cada uno con su personalidad, dos tenistas y otra jugadora de hockey de la selección nacional, la mamá de los Cerúndolo es quien baja a tierra y pone en sintonía la unidad en el hogar.
En tanto, los Cerúndolo se opusieron siempre a que sus hijos dejaran la escuela para entrenarse más horas. “No fue un trabajo simple, Fran nos dio más trabajo, pero hoy ellos ven el porqué: son chicos inteligentes… Juanma siempre fue el más fanático del tenis, de entrenar, y Fran, además de estar hoy Top30, hace algunos años hizo un semestre en Estados Unidos, en la Universidad de Carolina del Sur, y ahora le faltan algunas materias para ser Licenciado en Economía y Finanzas (estudia a distancia, en la Universidad de Palermo, tras un acuerdo entre el ente y el ATP Tour)”, define Cerúndolo padre.
“Yo siempre fui al colegio y entrenaba muchas menos horas que todos… y ahí me sacaban ventaja mis rivales a los 14,15 años. Nadie me tenía como alguien que podía llegar y ser bueno. Era ‘malo’, pero cuando termine el colegio a los 18, pude empezar a entrenar, crecí en altura y siempre mantuve mi línea de tenis: no iba a correr y jugar para arriba, no me salía, yo jugaba tirando, pero lo más importante fue creer en mi mismo”, relata Francisco.
Mientras su hermano Juan Manuel siempre fue destacado a muy temprana edad, ganando el Junior Orange Bowl en la categoría sub12 e incluso irrumpiendo en el circuito a toda velocidad y ganando el Córdoba Open con apenas 19 años, Francisco iba dando pasos más lentamente.
“Desde chiquitos andábamos juntos con Juanma por cualquier lado del club, en los pasillos, jugando al tenis todo el día, sobre todo en el verano, en la pileta, tomando licuados, pero siempre pasando mucho tiempo en las canchas de tenis”, relata Francisco. “Siempre hicimos el camino juntos, cada uno en su categoría, pero el ganaba y yo perdía y me iba siempre antes de los torneos”, relata entre risas.
“Con el paso de los años el tenis se fue transformando en mi vida, y aprendí a viajar, a jugar torneos, e ir y venir a casa en Argentina siempre me dio un plus de energía”, asegura el hoy No. 30 en el Pepperstone ATP Ranking.
¿Hubo alguno momento que creyó que podría estar hoy viviendo este presente? “Cuando llegas ‘arriba’ y te codeas con los mejores siempre recordas las cosas que pasaste, todas las etapas. Ahora es una vida de sueño, de lujo, fans, estadios enormes, pero yo siempre tuve los pies en la tierra y no cambié, por suerte siempre creí en que mi momento llegaría y finalmente llegó”, contó el campeón en Bastad en julio pasado, cuando se convirtieron en el primer par de hermanos argentinos en conseguir cada uno un título ATP Tour.
“Cuando él ganó el torneo en Córdoba en 2021 y yo hice final en Buenos Aires a la siguiente, los dos a la vez, fue algo impresionante para nosotros… ahí creo que nos convencimos de que estábamos listos para el circuito”, asegura Fran, y cuenta que su hermano le enseñó a ser “más profesional”: “El siempre quiso hacer todo perfecto desde que era chiquito y yo aprendí muchas cosas, desde las alimentación a cómo entrenar mejor... a mi de chico me costaba, era bastante vago y por el aprendí a tener conducta, que hoy lo veo en el día a día”.
“Lo mejor que tiene Fran, como persona y jugador, es lo simple y relajado que es… Por mas que esté 30 del mundo se mantiene igual y no tiene ningún aire de estrellita y eso hace que siga mejorando. Eso para mi es un espejo: yo siempre fui más estructurado y el me inculcó como disfrutar o no estresarme en algunos momentos”, contó Juan Manuel. “El mejor momento juntos para mi fue el ATP Masters 1000 de Miami, no tengo dudas”, dijo. “El hizo semi y yo hice tercera ronda, en un torneo de esa magnitud, fue increíble los partidos que ganamos los dos, y además de que veníamos compartiendo la gira por EE.UU. y terminó de una muy linda manera".
Como si fuera un guión, Francisco logró convertirse en el tenista No. 1 de Argentina esta semana gracias a que su hermano Juan Manuel venció a Diego Schwartzman en los octavos de final del Córdoba Open. “Lo habíamos hablado y le dije que lo iba a ayudar”, contó Juan Manuel, hoy en el puesto No. 105, con una sonrisa.
“Tengo varios años má que ellos pero es espectacular que sigan saliendo jugadores y, sobre todo, que sean dos hermanos. Te mentiría si diría que me alegró que me pase, por más buena relación que tengamos, pero porque soy competitivo y ahora voy a querer pasarlo nuevamente”, dijo Schwartzman. “Con Juanma te puedo mostrar mil conversaciones. De la raqueta, de cuerdas, de patrones de juego y de lo que se te ocurra… y en Córdoba me ganó el y eso hizo que Fran me pase, pero así es el tenis, y ellos vienen haciendo las cosas muy bien para que puedan estar donde están y que tengan todavía muchísimo futuro por delante”, auguró el ex No. 8 del mundo.
¿Se ponen objetivos en conjunto los Cerúndolo? “Es lo que siempre soñamos, compartir el circuito, espero podamos hacerlo para final de año, porque eso significaría que pude asentarme en el Top100 y ojalá que los próximos años sigamos subiendo los dos”, afirmó Juan Manuel. "A Juanma lo veo bien. El año pasado tuvo muchas lesiones. El ama el deporte, el tenis, y no podía jugar, pero le hizo bien. Lo vi más fuerte, pegándole bien, y desde que volvió ganó cuatro Challengers, ojalá pueda estar nuevamente pronto en el Tour", devolvió Fran.
Los Cerúndolo siguen subiendo, con su momentos, mejores y no tanto, pero siempre empujándose uno al otro, y con la familia como principal estandarte.