
“Máxima potencia!!!”. Tras llegar a las semifinales en el Cincinnati Open, derrotando a Andrey Rublev el viernes en una durísima batalla, Carlos Alcaraz firmó a la cámara con ese mensaje, dejando atrás una pelea de tú a tú.
“Fue un partido muy igualado, se decidió por detalles”, aseguró el español tras más de dos horas y media de partido. “Rublev jugó increíble, sobre todo con su primer saque. En los partidos anteriores, con su segundo servicio, me daba tiempo a golpear mejor la pelota. Sin embargo, hoy ese segundo saque era más rápido de lo normal y era más complicado de restar”.
Desde el fondo de la pista, Rublev jugó a una velocidad altísima, y no siempre fue fácil encontrar respuestas. Pero Alcaraz, fiel a su estilo, supo mantenerse firme incluso en los momentos más delicados del cruce.
“Estoy feliz por el tenis que he jugado, por la manera en la que me he movido y por cómo he golpeado la pelota”, explicó el No. 2 del PIF ATP Rankings. “También me he mantenido mentalmente fuerte y con pensamientos positivos, sobre todo cuando no he podido cerrar el encuentro con mi saque”.
Ese momento llegó con 5-4 en el tercer parcial, cuando Alcaraz sirvió para ganar el partido… y no lo consiguió. Pero no se vino abajo ni dudó. Al contrario.
“Cuando esto suele pasar, a la hora de cerrar un set o un partido, siempre intento estar positivo y no dejarme ir del encuentro”, reconoció el campeón de cinco títulos de Grand Slam. “Uno de mis objetivos antes de entrar a la pista es estar concentrado al 100% durante todo el partido, y eso es una de las cosas de las que más orgulloso me siento”.
Por eso, el factor mental fue clave en todo momento para alcanzar las semifinales en el ATP Masters 1000 que se disputa en Ohio.
“Hoy he mantenido los pensamientos positivos todo el rato, a pesar de perder la concentración en algunos momentos”, insistió Alcaraz. “Cuando tú pierdes eso contra un tenista como Rublev, te puede costar el partido. Cuando sacaba para ganar el tercer set no he jugado con primeros saques, pero en ese momento me he mantenido fuerte y positivo, y eso es de lo más orgulloso de lo que estoy”.
Para Alcaraz, este tipo de partidos no solo definen un torneo. También alimentan la ilusión por competir. “Hay que aceptar el momento”, reflexionó el murciano. “Estaba jugando un tercer set y sabía que iba a ser muy difícil, y más en estas condiciones. Pero me encanta la energía de esta pista, los aficionados estuvieron increíbles y me encanta jugar en estas atmósferas porque me hace muy feliz vivir estas experiencias”.
Esa alegría que muestra incluso cuando las cosas se tuercen, forma parte de su forma de vivir el tenis. “Es solo aceptar el momento: tenía que jugar un tercer set y sería muy difícil, una batalla dura. Y eso me encanta”, concluyó con una sonrisa.
Ahora, Alcaraz está a solo un paso de su segunda final en Cincinnati, donde buscará seguir mejorando su juego y su confianza para poder aspirar a conseguir un título que todavía no figura en sus vitrinas.