El camino de Alex de Miñaur en el Abierto de Australia puede haber terminado, pero él siente que tiene mucho más que mostrar en los escenarios más grandes del tenis.
El No. 8 del mundo, de 25 años, que tuvo la mejor siembra de su carrera en un Grand Slam, abrió un nuevo lugar en Melbourne al alcanzar por primera vez los cuartos de final en el torneo de su país. De Miñaur, uno de los favoritos de los aficionados en el Rod Laver Arena, encadenó cuatro victorias impresionantes antes de caer ante el primer cabeza de serie y defensor del título, Jannik Sinner, el miércoles por la noche.
Sinner parecía un hombre en una misión con su victoria por 6-3, 6-2 y 6-1. A pesar de la derrota, De Miñaur se apresuró a destacar los aspectos positivos de su campaña y a descartar cualquier sugerencia de que haya tocado techo. "Lo positivo... cómo lo he afrontado todo", reflexionó De Miñaur tras su derrota en cuartos de final ante Sinner, de una hora y 48 minutos de duración. "El hecho de haber entrado este año [en el] Top 10, con muchas expectativas, mucha presión. Obviamente, todo el país quería que lo hiciera bien. Yo quería hacerlo bien aquí".
"Creo que lo he manejado muy bien para ponerme en esta posición. Me habría encantado hacer más hoy, pero esto es lo que pasa a veces en el tenis. Lo negativo es que después de jugar un gran tenis en casa y ganar tanto, te sientes como si te hubieran dado una bofetada en la cara, para ser honesto, al terminar así. Sigo pensando que éste no es mi techo. Sigo pensando que aún me queda mucho por hacer. Así que seguiré buscándolo".
Tras la derrota del miércoles ante Sinner, De Minaur sigue 0-10 detrás del italiano en su serie Lexus ATP Head2Head. Nunca fue una tarea fácil para el australiano, que se dirigía a su primer choque de cuartos contra un hombre que había ganado 18 partidos consecutivos en majors de pista dura. Aunque la derrota de De Miñaur le dolerá, puede reflexionar sobre su impresionante campaña en los Grand Slams: ha alcanzado los cuartos de final en cada uno de los últimos cuatro torneos majors, pero está ansioso por más.
"Es bastante difícil para mí sentarme aquí después de esta derrota y decir que creo que puedo llegar hasta el final", dijo De Miñaur cuando se le preguntó si cree que puede llegar más lejos en los Grand Slams. "Pero, dicho esto, creo que hay oportunidades ahí fuera".
"El tenis depende mucho de los emparejamientos, ¿verdad? Creo que ahora mismo mi peor rival en el Tour es probablemente Jannik. Hay un cara a cara que no miente. Si estoy en otro lado del cuadro, en otra sección, ¿quién sabe? Creo sinceramente que voy a darme oportunidades, y no creo que mi punto álgido sea llegar a cuartos de final en un Slam".
"Veo a otros jugadores que han llegado más lejos, que han llegado a semifinales, a finales, y creo que puedo estar entre ellos, ¿no? Si ellos han podido lograrlo, ¿por qué yo no?".
La confianza que Sinner derrochó en su choque de cuartos de final contra De Miñaur fue palpable. El italiano golpeó limpiamente desde la línea de fondo y apenas ofreció opciones a su rival, salvando el único punto de quiebre que tuvo en el partido, según Infosys Stats.
En los últimos tres meses, De Miñaur se ha encontrado a menudo en el punto de mira. El australiano cruzó con Sinner en su partido de debut en las Nitto ATP Finals en noviembre, y también fue derrotado por el italiano en las semifinales de la Copa Davis una semana después. Como jugador que tiene una notable experiencia al otro lado de la red de Sinner, se le preguntó a De Miñaur su opinión sobre el No. 1 del mundo.
"Se ha forjado un aura a base de ganar a todo el mundo", dijo De Miñaur. "No es que haya tenido una buena semana aquí o una buena semana allá. Ha ganado a todo el mundo. Creo que la mejor manera de describirlo es el hecho de que el año pasado pudo jugar contra Novak aquí y jugar de manera impecable, y, de nuevo, no darle demasiados partidos, ¿verdad? Novak aquí es probablemente el mejor jugador que ha jugado en estas pistas, ¿verdad?".
"El hecho de que él tenga este nivel superior que puede hacer esto a los jugadores, es bastante duro. Entras en el partido y sabes que va a ser una batalla, que va a ser duro, que vas a intentar cosas diferentes. Pero cuando llevas una hora y media, luchas por ganar juegos e intentas encontrar la manera de llegar al marcador. Es bastante surrealista".
