Federico Coria Está Preparado Para Destacar, Le Guste O No

Jim Rydell/Rodrigo Aljaro/Chile Dove Men+Care Open

Durante gran parte de su carrera todo lo que Federico Coria quería hacer era quedar en un segundo plano.

El hermano pequeño del antiguo No. 3 mundial Guillermo Coria, Federico sintió la presión de su afamado hermano cada vez que saltaba a la cancha. Esa sensación se hacía más intensa cada vez que trataba de emular la grandeza de su hermano y quedaba por el camino en torneos en los que Guillermo, nueve veces campeón ATP Tour y finalista de Grand Slam, se ganó el apodo de 'El Mago'.

Tras años fuera del Top 200 e incluso valorando la opción de colgar las raquetas, el argentino de 29 años decidió que llegaba el momento de un cambio. Acompañado por un nuevo entrenador y un psicólogo, Coria se ha abierto paso hasta el No. 85 del FedEx ATP Rankings y ha alcanzó su primera semifinal ATP Tour en el Córdoba Open (p. ante Cerúndolo, campeón a la postre).

En un momento avanzado de su carrera, el argentino recién está comenzando.

"En mi casa vivimos y respiramos tenis [cuando era pequeño]", dijo Coria en una entrevista con ATPTour.com. "Todo giraba en torno al tenis. Cuando era pequeño si quería ver a mi padre tenía que ir al club deportivo".

"Crecí viendo a mi hermano Guille por televisión... Para mí era como un superhéroe. Era mi ídolo. Yo no veía dibujos animados, miraba a mi hermano competir alrededor del mundo".

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El orgullo que Coria sentía por los logros de su hermano mayor nunca cambiaron, pero la manera en que relata el peso de esos triunfos sí lo ha hecho. Cuando el jugador de Rosario habla sobre una carrera deportiva que ya dura 11 años, establece un 'antes' y un 'después'. Coria sufrió para gestionar la presión de seguir la estela de su hermano al comenzar en el tenis profesional. Un miedo al fracaso que siempre le ha demandado un esfuerzo máximo.

Ahora, el argentino siente y actúa como un jugador completamente diferente.

"Por mi parte, hay un esfuerzo al 100% que antes no ponía por el miedo a darlo todo y aun así fracasar", admite Coria. "Llegué a una edad, alrededor de los 26 años, en que decidí que realmente tenía que darlo todo. Un último intento al 100% para jugar sin miedo. Acompañado por mi novia y por la gente de mi alrededor, afortunadamente las cosas comenzaron a salir y empecé a cumplir muchos de mis sueños".

Uno de esos sueños era competir por primera vez en Roland Garros. Coria consiguió esta esperada oportunidad el año pasado tras alcanzar el Top 100, pero también significó que debutaría directamente en el cuadro principal. Si la mayoría de los jugadores estarían encantados con esa realidad, para Coria esta noticia solamente produjo ansiedad.

Enfrentado a la presión conocida de participar en un Grand Slam donde su hermano alcanzó la final en 2004, Coria habló con su equipo en busca de ayuda.

Try this next time you’re on court 😜@chile_open @fedeecoria @juanmacerundolo pic.twitter.com/BSCCrw4R1t

— ATP Tour (@atptour) March 9, 2021

"Tuve que hacer mucha preparación mental con mi psicólogo, algo que hemos hecho durante meses conforme seguí mejorando mi ranking. Le dije a mi psicólogo: 'Pablo, estoy a punto de jugar en el cuadro principal de Roland Garros. ¿Qué debo hacer con mi cabeza?'", recuerda Coria.

"El pensamiento de jugar me producía mucha ansiedad, porque nunca había jugado siquiera la fase previa en París. El año pasado iba a debutar directamente en el cuadro principal. Eso me generó muchos miedos y dudas en mí".

Trabajar con un psicólogo dio a Coria el impuso que necesitaba para manejar sus altibajos mentales, y el resultado fue el mejor papel en un Grand Slam de su carrera alcanzando la tercera ronda. Había superado su mejor marca anterior, la segunda ronda alcanzada en el US Open apenas unas semanas antes.

Coria también reconoce el mérito de su novia por ayudarle a conseguir una fortaleza mental, así como el trabajo hecho con su entrenador Andrés Schneiter. Ambos empezaron a trabajar a tiempo completo al año pasado una vez que Schneiter, al que los jugadores llaman cariñosamente 'El Gringo', dejó de colaborar con el No. 1 chileno Cristian Garín.

Los métodos de trabajo de Schneiter fuerzan constantemente a Coria a salir de su zona de comfort, y el argentino está agradecido por ello. El entrenador quiere que sus jugadores sean el centro de atención en la pista y les anima durante los partidos, algo contrario a los tímidos instintos naturales de Coria de evitar el protagonismo.

"Todavía tengo algunas manías de los inicios de mi carrera, siempre estoy mirando con la cabeza gacha", reconoce. "Cuando era más joven ni siquiera miraba a mi alrededor en la cancha por temor a que alguien me estuviera viendo. Es parte de mi historia de vida, y necesitaba a alguien que rompiera con todo eso. Alguien que me hiciera levantar la cabeza, hinchar el pecho y celebrar cada punto".

Normalmente no soy alguien que celebre o se anime a sí mismo, pero hemos percibido que está funcionando bien. Me hace sentir avergonzado en algunas ocasiones pero estoy luchando duro para encontrar el equilibrio y alcanzar la identidad de 'campeón'. Es una labor en la que tengo que trabajar todos los dias".

El martes, Coria celebró su 29º cumpleaños logrando su primera victoria en el cuadro final de Santiago, superando por 4-6, 7-6(4), 7-6(4) a Gianluca Mager en un partido que le exigió agarrarse a la pista y ser fuerte mentalmente.

Celebró el punto de partido con un desenfadado grito de alegría y apretando los dos puños - otra victoria para sí mismo para un jugador cada vez más preparado para asumir el protagonismo.