
La expectación que rodea a Joao Fonseca sigue en aumento. El brasileño se está ganando cualquier elogio por derecho propio, mucho más después de su estreno en el Abierto de Australia este martes.
Si bien ya soporta sobre sus espaldas la etiqueta de estrella de futuro, a sus 18 años logró derrotar en primera ronda en Melbourne Park al No. 9 del mundo Andrey Rublev en su debut en un Grand Slam. Fonseca, que se proclamó campeón en la reciente edición de las Next Gen ATP Finals presented by PIF, suma desde entonces 14 victorias seguidas.
“Cuando llegué a Melbourne, mi objetivo era superar la previa”, reconoció Fonseca este martes. “Está claro que mis expectativas son mayores ahora. Quiero más. Quere cada vez más es la mentalidad de un campeón. Estoy feliz con la manera en la que jugué hoy, pero ya estoy pensando en el siguiente partido. Será frente a un gran jugador [Lorenzo Sonego]”.
“Las Next Gen ATP Finals me dieron confianza. Estoy jugando un gran tenis, así que tengo que disfrutar este momento, jugar a mi mejor nivel”, añadió.
El brasileño de 18 años se proclamó campeón invicto en Jeddah, embolsándose el premio de 526.480 dólares. Derrotó a jugadores más experimentados en el ATP Tour como Arthur Fils o Jakub Mensik en su camino al título.
En algunos momentos durante su partido de primera ronda frente a Rublev, sobre la Margaret Court parecía que Fonseca ya era una estrella contrastada del Top 10 por su rendimiento en la pista. Según Infosys, terminó con 51 golpes ganadores en su victoria por 7-6(1), 6-3, 7-6(5).
Aunque la experiencia del más joven no puede equipararse con el diez veces cuartofinalista de Grand Slam Rublev, Fonseca se mostró sin complejos.
“Intenté entrar a pista sabiendo que tengo 18 años y él es Top 10”, reconoció Fonseca. “Voy a dar mi mejor versión. Tenía confianza, sabía que podía ganar. Pero sin presionarme”.
“Eso es lo que intenté hacer, pero cuando estaba dos sets por delante, pensaba un poco más en que quizás iba a ganar el partido. Necesitaba concentrarme, seguir peleando. Llegaron los nervios, pero mentalmente estuve firme”, valoró.
A sus 18 años es el segundo jugador menor de 20 desde 1973 que consigue derrotar a un rival del Top 10 en su debut en un cuadro principal de Grand Slam, algo que sólo había conseguido antes Mario Ancic ante Roger Federer en Wimbledon 2002.