Alcaraz y Sinner o cómo normalizar una rivalidad de alto voltaje

¿Es posible charlar amigablemente durante varios minutos antes de salir a enfrentarte a esa misma persona en un partido de tenis con varias cosas muy importantes en juego? Sí, lo es.

En el túnel que conecta los vestuarios del BNP Paribas Open de Indian Wells con el Estadio 1, Carlos Alcaraz y Jannik Sinner dejaron una imagen tan admirable como inédita. En la previa de su encuentro de semifinales del primer ATP Masters 1000 de la temporada, con la final del torneo y el No. 2 del PIF ATP Rankings en juego, español e italiano compartieron una conversación relajada, como dos amigos que han quedado para tomar algo y se despiden con un choque de manos, lo mismo que hicieron Alcaraz y Sinner cuando fueron llamados a pista.

No fue el único gesto de complicidad entre la pareja de contrarios. En las dos suspensiones del partido por lluvia (con 2-1 para el italiano en el primer set), Alcaraz esperó a su rival para volver a vestuarios, comentando por el camino lo que estaba ocurriendo. En la reanudación definitiva, cerca de las cinco de la tarde en Indian Wells, los dos entraron al estadio hablando y riendo, momentos antes de enfrascarse en una batalla que se llevó Alcaraz en tres sets, lo que frenó la racha de partidos ganados de manera consecutiva de su rival (llevaba 19, 16-0 en 2024), permitiéndole llegar a la final en el Valle de Coachella para intentar mantener su título del curso pasado y defender el No. 2 ante la amenaza del italiano. Al final, fue el propio español el que aplaudió la despedida de su rival, mientras el público hacia lo propio.

Desde el inicio, Alcaraz y Sinner conforman una rivalidad agradable fuera de la pista y encarnizada dentro de ella. Aunque el italiano domina el Lexus ATP Head2Head por 5-3 ante el español, ambos tienen una fuerte relación personal, cocinada en las categorías inferiores y consolidada ahora en la élite del ATP Tour, con los dos convertidos en estrellas.

Con 20 y 22 años respectivamente, Alcaraz y Sinner representan todo lo que debería ser el deporte: una lucha tremenda con la pelota en juego; respeto máximo siempre y una relación estupenda entre dos personas que han compartido grandes momentos en todos los rincones del mundo.