ATP Tour
Vit Kopriva competirá el martes en el estadio exclusivo de tenis más grande del mundo cuando enfrente al campeón defensor Jannik Sinner en la primera ronda del US Open. Para llegar hasta este desafío, el jugador de 28 años ha recorrido un largo camino desde Fulnek, Chequia, el pequeño pueblo de menos de 6.000 habitantes donde creció.
Curiosamente, Kopriva no es el único tenista profesional de Fulnek. Creció a dos manzanas de la bicampeona de Wimbledon, Petra Kvitova, quien jugó el último partido de su carrera el lunes en Flushing Meadows.
“El tenis era cada vez más popular entre mis amigos y todos en el pueblo”, declaró Kopriva a ATPTour.com. “Fue un gran logro para ella ganar Wimbledon una primera y luego una segunda vez”.
Su conexión era mucho más importante que ser vecinos. El padre y el hermano de Kvitova entrenaron a Kopriva. Recordarlo le dibujó una sonrisa en el rostro a Kvitova antes del US Open. “Jugamos con estilos un poco diferentes, pero la verdad es que es muy divertido. Cuando me fui de la ciudad, mi padre quería ser entrenador, así que quería entrenar a Vitek”, comentó Kvitova a ATPTour.com. “Después, sentía que se hacía mayor, así que mi hermano lo cuidaba. Todavía ven sus partidos y ahora juega contra Korda en Winston-Salem, y mi padre lo veía y me escribía mensajes de texto sobre su juego”.
“Sigue siendo algo familiar, así que es genial. Crecimos a 200 metros de distancia, así que fue divertido”.
“Ella es mayor que yo, así que jugaba mucho mejor al tenis”, añadió Kopriva. “Pero su familia estuvo conmigo al principio de mi carrera”.
De niño, Kopriva tenía muchos compatriotas a los que admirar. Aunque no seguía el tenis profesional cada semana, conocía bien a figuras como Tomas Berdych y Radek Stepanek, quienes llevaron a su país a la gloria de la Copa Davis en 2012 y 2013.
“Berdych ganaba algo cada año, [y estuvo] entre los 10 mejores durante no sé cuánto tiempo. Estaba ahí todo el tiempo”, dijo Kopriva. “En aquel entonces, no me di cuenta de que fuera tan bueno. Ahora puedo admitir que es incluso mejor de lo que pensaba de joven. Pero era genial que si veías tenis por televisión y los checos estaban allí, pudieras verlos y animarlos. Era genial que los jóvenes jugadores tuvieran ídolos que les gustaran más el tenis”.
“No me había dado cuenta de lo difícil que es llegar a la cima, como ahora me doy cuenta… Los jugadores estaban ahí, los animabas. Ganaron la Copa Davis, ganaron la Billie Jean King Cup, todos los logros estaban ahí”.
El gran salto de Kopriva llegó en 2021, cuando, como número 249 del PIF ATP Rankings, alcanzó las semifinales del torneo ATP 250 de Gstaad.
“Creo que ese fue el torneo más importante para mí, para creer que podía ser mejor”, recordó Kopriva. “Vencí a Shapovalov en segunda ronda. Fue mi primera victoria inesperada, fue muy importante para mí”.
El enfrentamiento del checo con Sinner no será la primera vez que compita en un escenario así. El año pasado, Kopriva jugó contra Novak Djokovic en primera ronda de Wimbledon, cayendo en sets corridos.
“Creo que aprendí mucho: lo bueno que es, la experiencia de jugar en un estadio tan grande, su forma de jugar, su comportamiento”, dijo Kopriva. “Luego tuve una temporada bastante buena para entrar en el Top 100, así que supongo que solo saqué cosas positivas del partido, aunque no me saliera bien”.
Kopriva se enteró de que jugaría contra Sinner en el vestuario del Estadio Arthur Ashe el jueves. Se cruzó con el italiano más tarde ese mismo día e intercambiaron un rápido saludo. Este será su primer encuentro Lexus ATP Head2Head, pero no la primera vez que comparten una cancha. Una vez practicaron juntos en un evento del ITF World Tennis Tour en Subotica, Serbia.
“Estábamos los dos allí, como los únicos que entrenábamos aparte, así que fue genial”, dijo Kopriva. “En ese momento, no sabía quién era [Jannik], y luego me di cuenta en el entrenamiento y pensé: ‘Sí, este chico sí que sabe jugar, ¿eh?’”.
El número 89 del mundo sabe que se enfrenta a una tarea difícil contra el número 1 del mundo.
“Por supuesto, tengo que ir allí a dar lo mejor de mí, a intentar ganar el partido”, dijo Kopriva. “Creo que esa es la única oportunidad de entrar a la cancha: no solo a disfrutar”.
