Pocas horas después de convertirse en el primer jugador desde Rafael Nadal en 2014 en defender con éxito un título del Mutua Madrid Open, Carlos Alcaraz ya estaba en modo Masters 1000 de Roma. La principal razón es que con solo disputar su debut allí, el murciano asegurará regresar al No. 1 del Pepperstone ATP Rankings.
“Soy un chico muy ambicioso y voy a por Roma”, dijo el actual No. 2 del mundo luego de ganar en Madrid su décimo título en el ATP Tour. “Nunca jugué ese torneo. Será mi primera vez. Me lo perdí el año pasado y he estado queriendo jugarlo desde que era niño. No sé cuáles serán mis sensaciones allá, pero seguramente voy a disfrutar. Va a ser un placer jugar frente a la multitud italiana”.
Alcaraz aparecerá desde este lunes a solo cinco puntos del No. 1 Novak Djokovic, quien defenderá 1,000 puntos producto de su título en Roma en 2022. Esto significa que, aunque el serbio defienda la corona en el foro itálico, el español de 20 años tiene asegurado subir al No. 1 el 22 de mayo próximo, simplemente con participar en el Internazionali BNL d’Italia.
El logro es, en gran parte, producto de su gran inicio de gira sobre arcilla en Europa. Defendió con éxito el título en Barcelona y también en Madrid, por lo que no cedió terreno en el Pepperstone ATP Ranking. Si no hubiera ganado ningún partido en ninguno de los dos eventos, ahora mismo estaría en el puesto No. 3, detrás de Daniil Medvedev. Su realidad ahora es inmejorable.
“Son logros muy bonitos para mí. Es mi décimo título en el tour, mi cuarto Masters 1000 y estoy casi ad portas de recuperar el No. 1. Son cosas muy grandes las que estoy haciendo. Me siento muy orgulloso del trabajo y de los logros que estoy consiguiendo”, agregó Alcaraz luego de batir al alemán Jan-Lennard Struff con parciales de 6-4, 3-6, 6-3 en la final de Madrid.
Una de las claves de su buen momento, según él mismo, es su gran capacidad para afrontar partidos por el campeonato. Ahora su récord es de 10-3 en finales del tour. Además, este domingo perdió apenas su primer set en una final de Masters 1000.
“Soy un jugador que, en los momentos más importantes, me crezco. Saco un buen nivel, hago cosas diferentes al resto y eso me tranquiliza. Por ello con mi equipo decimos que soy un jugador de finales. He perdido muy pocas”, puntualiza. Hamburgo 2022 (p. con Musetti), Umag 2022 (p. con Sinner) y Río 2023 (p. con Norrie), las únicas definiciones que se le han escapado.
Otro aspecto fundamental que explica lo difícil que es vencerlo, especialmente en partidos por el campeonato, es su capacidad para prevalecer incluso en días en los que su tenis no brilla. En Madrid, por ejemplo, estuvo muy cerca de la eliminación en el debut. Ante Emiil Ruusuvuori, su rival en segunda ronda, llegó a estar 4-6, 2-3, 15/40, y terminó ganando.
“Cuando juega mal, puedo sacar partidos adelante, con mi equipo hablamos mucho eso. Al final, el 80% de los partidos del año no lo juegas al nivel que quieres. Pero ganar esos partidos cuentan el doble porque has sabido sobreponerte. Juego a un nivel alto los días que no juego tan cómodo y eso me caracteriza también”, agrega.
Su récord de temporada, que ahora está en 29-2, respalda sus palabras. Desde la próxima semana buscará seguir alimentándolo en Roma, donde reclamará el No. 1 antes de presentar su candidatura al título.