
El duelo del domingo en el Mutua Madrid Open entre los Franciscos, Cerúndolo y Comesaña, no sólo reunirá a dos amigos que actúan entre sí como hermanos. También será un partido de alumno y maestro en la exigente materia de encordar raquetas.
“Me acuerdo que me enseñó un gran amigo, ‘Fran’ Comesaña. Gracias a él empecé a encordar mi propia raqueta”, decía Cerúndolo hace un par de temporadas en charla con ATPTour.com.
Las lecciones en la máquina portátil de Comesaña empezaron en marzo de 2018 durante un viaje juntos a competir a nivel ITF Futures en Turquía.
Para ese momento, ya habían sido rivales, compañeros de entrenamiento y hasta de vivienda. “Yo viví en la casa de ellos cuando yo estaba mudándome para Buenos Aires. Compartí habitación con ‘Fran’ y Juanma [el menor de los Cerúndolo], así que nos une una gran amistad”, añade Comesaña, nacido en Mar del Plata hace 24 años.
Los unió más el objetivo de ahorrar el dinero que cobraban los encordadores de los torneos. Eran tiempos de austeridad necesaria.
“Yo estuve un tiempo largo viajando con mi propia máquina de encordar porque mandar tus raquetas a encordar era un gasto muy, muy alto. Entonces con esa máquina fue que le enseñé a ‘Fran’ durante una gira solos en Turquía”, añade Comesaña, verdugo de Arthur Fils en la jornada del viernes en Madrid.
Al no pertenecer en ese momento ni al Top 1,000 del PIF ATP Rankings, los dos estaban dispuestos a hacer ciertos sacrificios, así implicara el cansancio de pasar muchas horas de pie encordando entre tres y cinco raquetas diarias, o la frustración al sentir en pista que no habían atinado con la tensión.
Eso sí, no llegaron a volver el hábito en negocio. Algunos jugadores en esa etapa incipiente del profesionalismo deciden encordar raquetas propias y de otros colegas, y así ganar dinero adicional. No fue el caso de los ‘Fran’.
“Mucha gente lo hacía. Yo no. ¿Y si les encordaba a otros y salía mal? Qué sé yo…. Además, en ese momento también tenía que hacer cosas de la facultad. No me daba tiempo. Si sólo con encordar mis raquetas se me iba todo el día”, asegura Cerúndolo, que aún estudia a distancia un pregrado en la Universidad de Palermo.
“Te quita mucho tiempo encordar las tres, cuatro o cinco raquetas que necesitas llevar a un partido”, añade el No. 21 del PIF ATP Rankings, que este viernes derrotó a Harold Mayot en su debut de esta edición del certamen.
Lo cierto es que lo aprendido durante esa gira en Turquía en 2018 le abrió un mundo. De regreso en Buenos Aires compró su propia máquina de encordar. Una Barton. “Y siempre cuando viajábamos en grupo, llevábamos una porque o si no era muy pesado. Y nos la prestábamos”, recuerda Cerúndolo, dos años mayor que Comesaña.
La dinámica les duró varios años. “Lo dejé de hacer en 2019 porque terminé entre los 250 del ranking ese año. Ya económicamente era otra historia”.
Muy de vez en cuando, en la dinámica actual de entregar sus raquetas a los encordadores oficiales de los torneos, recuerdan que en algún momento tuvieron que hacerlo por sí mismos, y valoran los privilegios que se han ganado con su esfuerzo.
“Yo dejé de usar mi máquina de encordar, pero quedé con mucho cariño por ella. Por eso todavía la tengo guardada en mi habitación”, añade Comesaña, No. 70 del mundo.
El duelo del domingo, de alguna manera rendirá tributo al camino recorrido y lo lejos que han llegado. Hace unos años, podían salir a pista con la angustia de si sí habían encordado bien sus propias raquetas. Ahora sólo tendrán que preocuparse por una cosa: intentar ganarle al otro.
¿Sabías Que…?
Francisco Cerúndolo lidera 2-0 el Lexus ATP HeadToHead con su compatriota Francisco Comesaña luego de sus triunfos del año pasado en Río de Janeiro y Hamburgo.