—¡Vamos, ‘Seba’!
—¡Dale, ‘Sebita’!
—¡Seguí, seguí!
—Este punto, ¡ahora!
—A ver si este va a seguir jugando igual de bien hasta el 40-40
Todas las frases anteriores están dirigidas a la misma persona: Sebastián Báez, el mismo que las dice. El monólogo del argentino en su mente durante un partido es constante, y clave para el éxito que ha tenido en su carrera en el ATP Tour. Animarse y tratarse bien a la hora de hablar consigo mismo en pista lo ha ayudado a ganar seis títulos en su carrera, dos de ellos en 2024 (Río y Santiago).
“Me habló mucho a mí mismo. Es algo que se trabaja todos los días”, explica Báez en charla con ATPTour.com. “Depende del momento del partido, las palabras de aliento son importantes. Y si mucho no me estoy convenciendo, me lo transmiten desde fuera, y me contagian”.
Su entrenador, Sebastián Gutiérrez, lo alienta y lo lleva a alentarse a sí mismo. “Él siempre me ha inculcado el valor de insistir, de que, si las cosas no salen, hay que defender las ideas a muerte. No importa lo que cueste”, añade el diestro de 23 años.
Mal no ha resultado la fórmula. Este año llegó a ganar diez partidos de manera consecutiva, y desde hace dos semanas es el líder de partidos ganados en la temporada. Cuenta 17, las mismas que el australiano Álex de Miñaur. Muchas de ellas lo ayudaron a debutar en el Top 20 a principios de este mes. Este es, sin duda, el mejor momento de su carrera.
“Hay muchas claves para explicar este momento. Pero vienen de hace mucho tiempo. Solo que antes no estaban viniendo los resultados que me hubiera gusta tener. Lo principal es trabajar más allá de que las cosas no salgan. Es saber estar en los buenos y en los malos momentos”, agrega el No. 19 del PIF ATP Rankings.
Los buenos momentos podrían llegar pronto: esta quincena en Miami, donde nunca ha ganado un partido de cuadro principal, solo defiende diez puntos. Superarse este año en el Hard Rock Stadium podría ayudarlo a seguir ascendiendo en el ranking, en el que es el latinoamericano mejor posicionado.
“Si llega, llega, nunca con mi entrenador nos ponemos un objetivo de número, de ranking, de puntos, de torneo, de nada. Es hacer lo que mejor pueda, llegar hasta donde me dé. Ojalá sea mucho más, pero siempre valorando donde me toca estar. Esa es la clave. Después, cuando haya terminado mi carrera, poder decir que lo di absolutamente todo”, agrega Báez, que debutará el viernes en Miami enfrentando por primera vez a Dominik Koepfer.
Seguramente falta mucho para eso. Por ahora todo se basa en el presente. En cada punto disputado y en lo que se dice a sí mismo para llenarse del valor suficiente para ganarlo. Muchos de sus colegas lo hacen. Algunos se alientan a sí mismos diciéndose “máquinas”, “animales” y otros términos que empoderan. Para Báez está bien llamarse a sí mismo “Sebita” o “Seba” a la hora de hablarse.
Al menos por ahora. Quizá pueda cambiar más adelante: “Ya encontraré algún apodo”, sentencia entre risas.
