La Conquista Del “Chino” Ríos Que 25 Años Después Todos Recuerdan

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Sucede muchas veces en el mundo del tenis que el paso del tiempo le adiciona relevancia y catapulta la dimensión de un logro. Un 29 de marzo, veinticinco años atrás, Marcelo Río no solo se convertía en el primer sudamericano en alcanzar el No. 1 del Pepperstone ATP Ranking, el chileno completaba el 'Sunshine Double’ para superar a Pete Sampras y Petr Korda en la posición más alta. 

Con una forma de jugar sin igual dentro de la cancha, Ríos perdió solo dos sets en once partidos en Indian Wells y Miami, subiendo a la cima con una victoria 7-5, 6-3, 6-4 contra Andre Agassi en Key Biscayne

De esa forma, el zurdo podía seguir los pasos de los estadounidenses Jim Courier (1991), Michael Chang (1992) y Sampras (1994) para convertirse en el cuarto hombre en completar el 'Sunshine Double’. En su undécima victoria consecutiva, el talentoso chileno obtuvo una victoria histórica después de una hora y 57 minutos ante Agassi, que la cerró arrojando su raqueta a la grada y comenzó a agitar una bandera chilena en celebración. 

Tamaña conquista vaya su fue una inspiración para los jugadores de su región, de aquel momento y del presente, y, esta semana, en el Miami Open presentado por Itaú se multiplicaron las voces para recordarlo. 

“Su ascenso al No. 1 me marcó un camino. Desde eso empecé a creer que un chileno sí podía llegar a lo más alto”, contó a ATPTour Nicolás Massú, actual entrenador de Dominic Thiem y ex Top 10 del mundo en 2004. “También me ayudó el hecho de entrenar con él, de la cercanía que teníamos y los consejos que me daba”, relató.

Massú no fue el único en tirarle rosas a Ríos. Guillermo Coria, a quienes muchos ponían en su misma liga por la facilidad y la creatividad de sus raquetas, fue un poco más allá. “El Chino Ríos para mí era uno de mis ídolos, amaba verlo jugar, disfrutaba verlo jugar, trataba de entrenar seguido con él, y teníamos una muy buena relación. Siempre me ha tratado muy bien, hemos tenido buena afinidad y es un personaje espectacular. Se extrañan ese tipo de jugadores, como el Chino”, dijo con una sonrisa el argentino. 

“Me acuerdo cuando en esta época, yo estaba recién arrancando con mis primeros torneos profesionales y lo veía, y verlo No. 1 del mundo fue espectacular”, aseguró el finalista de Roland Garros 2004 y concluyó: “Lo disfruté mucho. Aprendía mucho mirándolo, y trataba de copiarle muchos golpes. ¡Las facilidades que tenía! También tenía un gran cambio de ritmo. Y qué decir de los ángulos… los ángulos de drive cruzadito al revés del diestro era mortal. Qué pedazo de jugador. Cómo se extraña al chino Ríos”. 

Por su parte, su compatriota Cristian Garín, quien compartió múltiples entrenamientos con Ríos y recibió del Chino consejos desde su irrupción en el Tour con 16 años. “El chino… tremendo jugador. Tengo muy buena relación con él, creo que siempre ha intentado ayudarme, de vez en cuando hablamos y la verdad que es un gran representante de nuestro país en el deporte, me acuerdo el talento que tenía. Impresionante. Siempre me sorprendió la mano que tenía a la hora de jugar”, definió. 

El logro de Ríos se convirtió, en aquel entonces, en una celebración pública masiva en las calles de Santiago. Pasaron veinticinco años y el registro luce cada vez más vivo e imborrable.