Rafael Nadal, Los Números Que Explican Su Dominio

Para celebrar la llegada de Rafael Nadal como embajador global de Infosys, el patrocinador en innovación digital de ATP Tour, repasamos la evolución del juego de Rafa y las estadísticas claves del año durante su legendaria carrera.

Rafael Nadal irrumpió en escena en el tenis mundial en 2005, ganando 11 torneos ATP Tour, incluyendo cinco ATP Masters 1000 y su primer Grand Slam en Roland Garros. Empezó ese año como No. 51 del Pepperstone ATP Rankings y terminó como No. 2 del mundo.

Había nacido una estrella.

En este análisis ATP Beyond The Numbers de la ilustre carrera de Nadal se identifica cómo los campeones evolucionan añadiendo continuamente detalles a su juego y también cambiándolo durante su camino.

Empecemos por el principio.

Temporada 2005 (79-10)
El español, a sus 18 años, protagonizó una gran actuación entre abril y mayo, enlazando 17 victorias seguidas para enlazar los títulos de Montecarlo, Barcelona, Roma y Roland Garros. Acabaría con 11 trofeos, siendo el año más prolífico de su carrera hasta la fecha.

¿Qué impulsó aquel gran ascenso? Un insaciable apetito por devorar puntos al resto. Ganó un estratosférico 45% de los puntos que restó en 2005, la mejor marca de su carrera. Su especialidad eran los segundos saques, sobre los que ganó el 57% de los que restó. Ese fue su récord personal que igualó en otras cinco temporadas.

Nadal irrumpió en escena en 2005, pero era sólo el principio. Siguió mejorando su juego temporada tras temporada.

Temporada 2010 (71-10)
Nadal ha definido esta temporada como la mejor de su carrera, y su palmarés es digno de admirar. Nadal fue dueño y señor en la gira sobre tierra batida con los trofeos en Montecarlo, Madrid, Roma y Roland Garros. Luego prolongó su dominio con las victorias en Wimbledon y el US Open.

El saque de Nadal destacó en particular aquella temporada. Salvó el 71% de los puntos de quiebre que concedió, la mejor marca en su carrera. También redujo el número de dobles faltas hasta 59 (su marca más baja, excluyendo 2023). Hasta 2010, era una pesadilla al resto. Fue evolucionando su juego hasta dominar también con el servicio.

Nadal convirtió más puntos de quiebre (49% - marca que igualó en 2020) y estableció el récord en una misma temporada con el mayor número de puntos ganados sobre el primer servicio (38%).

Temporada 2013 (75-7)
Después de levantar sólo tres coronas en 2011 y cuatro en 2012, Nadal regresó con fuerza en 2013, elevando la cifra de éxitos hasta diez, incluyendo los ATP Masters 1000 de Indian Wells, Madrid, Roma, Canadá y Cincinnati. También añadió Roland Garros y el US Open a su increíble palmarés ese año.

Nadal ganó el 91,5% de sus partidos, el porcentaje más alto en cualquier temporada en la que jugara más de 50 encuentros.

Temporada 2017 (68-12)
Después de tres temporadas entre 2014 y 2016 en la que sólo conquistó un título de Grand Slam, Nadal regresó con fuerza en 2017 para volver a encadenar los trofeos de Roland Garros y US Open, además de los ATP Masters 1000 de Montecarlo y Madrid.

Nadal igualó su mejor temporada en puntos ganados (56%) y puntos ganados con el saque (70%).

Temporada 2019 (58-7)
Dos títulos de Grand Slam (Roland Garros/US Open) y dos ATP Masters 1000 (Roma/Canadá) lo devolvieron al No. 1 del ranking al final de la temporada 2019. Se mantuvo durante 12 semanas hasta el inicio de 2020.

La temporada 2019 dejó récords personales en varias estadísticas para Nadal, dando señales de ser un campeón que había llevado su juego a un nuevo nivel. Esta vez, la atención volvió a acapararla el servicio. Ganó más puntos con primeros servicios (76%) y segundos saques (60% - igualando a 2010) que en cualquier otra temporada de su estelar carrera. También logró sus mejores números en juegos ganados con el servicio (90% - igual que en 2010) y puntos ganados con el servicio (70% - igualando a 2010 y 2017).

Temporada 2022 (39-8)
Nadal protagonizó un gran inicio, ganando 21 partidos seguidos, levantando el Abierto de Australia y firmando su decimocuarta corona de Roland Garros. Por desgracia, una serie de lesiones (pie, costilla, abdomen) cortaron su progresión cuando parecía estar jugando tan bien —o mejor— que cualquier año desde 2005.

Nadal ha evolucionado de manera inteligente su juego con el paso de los años, en parte como búsqueda de herramientas para batir al jugador que le espera al otro lado de la red y llevando a superar sus límites para redefinir la palabra imposible en nuestro deporte.