Carlos Alcaraz habló después de perder la final de las Nitto ATP Finals contra Jannik Sinner con una convicción que rara vez se escucha en un jugador que acaba de quedarse sin el último gran título del año. Lo que dijo no sonó a consuelo, ni a resignación, ni a un intento de protegerse ante una derrota, sino a un jugador que entiende exactamente dónde está y qué significa competir a este nivel.
“Estoy muy contento”, se arrancó el No. 1 del PIF ATP Rankings. “Sinceramente, yo creo que ha sido un torneo espectacular, yendo de menos a más y jugando un tenis increíble”, añadió el murciano, que alcanzó en Turín la primera final de su carrera en unas Nitto ATP Finals. “Hoy, en la final, la verdad es que me he sentido espectacular. Yo creo que el tenis ha sido muy, muy alto. A veces, estábamos jugando a una velocidad que incluso después del punto, yo mismo estaba diciendo, ‘a qué velocidad estamos jugando, ¿no?’”. En su voz no había ni rastro de frustración. Parecía incluso disfrutado, como si el partido hubiera sido otra prueba superada en su propio proceso de crecimiento.
Por eso, cuando se le preguntó si estaba dolido por la derrota, Alcaraz sorprendió: “No estoy ni dolido, sino simplemente hay que dar valor a estar en una final aquí y perder de la manera en la que he perdido contra alguien que lleva dos años sin perder en indoor. Y eso hay que ponerlo en perspectiva y hay que darle valor”.
Turín no terminó con la copa en sus manos, pero sí con una comprensión más profunda del lugar en el que está instalado el tenis mundial: cruzar un techo y encontrarse con Sinner dentro significa casi aceptar las reglas de su territorio. Y aun así Alcaraz consiguió discutirlas.
A excepción de la Copa Davis, que se jugará en Bolonia, la temporada terminó oficialmente ahí para Alcaraz: bajo techo, en la final más rápida del planeta. Se le pidió hacer balance y el murciano no dudó en situarla entre las mejores campañas de su vida.
“Ha sido una temporada brillante. Perfecta no, obviamente, porque sería ganar todos los torneos, pero ha sido una temporada brillante, donde he podido disfrutar de grandes momentos, levantando 8 títulos, 11 finales… Es increíble, pero le doy mucho más valor a cómo ha sido el crecimiento personal, el crecimiento como jugador, desde principio de año hasta ahora. Me considero una persona que ahora sabe lidiar con los momentos de una manera muchísimo mejor: he crecido y para mí eso es lo más importante, el hecho de volver de momentos difíciles, el mejorar, sobre todo con mi equipo, el lidiar con situaciones como la que hemos lidiado, para mí eso es lo más importante y con lo que me quedo y vamos a intentar trabajar para que se den más más años así”.