
La derrota en la final de Roland Garros ante Novak Djokovic no debe eclipsar una evidencia: Casper Ruud fue capaz en esta edición de repetir el mismo resultado que el pasado año, algo que parecía una misión más que complicada cuando aterrizó en París hace 15 días.
Llegaba lejos de su mejor momento de forma. Eso sí, en la vitrina lucía un título sobre tierra batida este curso en el ATP 250 de Estoril. Pero más allá de ese resultado, en la mayoría de torneos no había rendido acorde al nivel que exhibió el año pasado y lo llevó hasta el No. 2 del Pepperstone ATP Rankings.
Sin embargo, Ruud ha sabido convivir con la presión y regresar a una final de Grand Slam, la tercera de su carrera, aunque el resultado —tal y como ocurrió en las tres anteriores— fuese la derrota (p. con Novak Djokovic por 7-6[1], 6-3, 7-5).
“Cualquier contra quien juegues una final de Grand Slam será un gran jugador, pero los tres contra los que he jugado han sido Rafa, cuando logró el récord de 22 (Roland Garros 2022), y luego Carlos que estaba en racha en Nueva York (US Open 2022). Ahora, Novak para el 23 (Roland Garros 2023). He jugado contra rivales muy duros”, analizó el noruego.
“Ha habido otros jugadores en las finales, también en los últimos años, que han sido más “batibles”, porque estos chicos saben qué hacer”, añadió Ruud. “No puedo sentarme y poner excusas, pero veremos qué depara el futuro”.
Es más, el jugador nórdico de 24 años pone en valor lo que ha logrado en esta quincena en París. “Creo que esta es, tal vez, la final más importante que he alcanzado, sinceramente, porque la primera fue muy bien. Pero he demostrado que lo que ocurrió el año pasado no fue casualidad”.
En este sentido, Ruud cree que ser finalista dos años seguidos en Roland Garros le servirá para ganarse definitivamente el respeto de sus rivales. “El año que viene cuando vuelva a Roland Garros, la gente va a ver que no sólo he jugado una final sino dos. Probablemente dará más respeto a mis rivales, espero poder aprovecharlo y algún día intentaré ganar un Grand Slam”.
Y es que no esconde que levantar un gran título de esta categoría es el objetivo que ronda en su cabeza: “Ese es mi mayor objetivo, el mayor sueño de mi carrera y de mi vida. He estado cerca pero no lo he conseguido, así que voy a seguir trabajando e intentando conseguirlo algún día”.
Finalmente, Ruud también quiso destacar qué ha aprendido estos días en la capital francesa. “Cuando llegué, fui bastante sincero sobre cómo me sentía en cuanto a intentar defender una plaza en la final, lo que estaba en juego, y si perdía pronto perdería más de 1.000 puntos en el ranking, y eso no es divertido”.
“En cuanto al ranking, si eres No. 3 o No. 4 o 6 o 7, no cambia demasiado. Mientras intentes mantenerte en el Top 10 ese es el objetivo de muchos jugadores, incluido yo. Pero si este año hubiese perdido antes de la final, probablemente hubiese salido”, sentenció. “Fueron dos bonitas semanas y una bonita experiencia poder actuar bajo presión. Creo que he aprendido mucho”.