
Muchas cosas pasaron por la cabeza de Carlos Alcaraz el viernes por la noche en la Philippe Chatrier. Después de controlar con holgura los dos primeros sets de su partido de tercera ronda de Roland Garros ante Damir Dzumhur, el español se enredó y vio cómo su rival le ganaba el tercer parcial y se colocaba break arriba en el cuarto, amenazando con llevar el partido al quinto y decisivo. El español reaccionó y logró clasificarse para octavos de final en cuatro mangas, pero el cruce dejó mucho que analizar en el lado del joven de 22 años.
“He sentido que tenía que hacer algo”, explicó el No. 2 del PIF ATP Rankings. “He sentido que él estaba en un momento de esplendor y yo no encontraba las cosas. Y he sentido que probablemente estaba muy cerca de ir a un quinto set. Eso sí que lo he sentido, pero al final si se te pasa la derrota por la cabeza… estás perdido”.
“Tener este tipo de momentos en estas rondas y poder salir adelante te ayuda para saber las cosas que hay que mejorar”, aseguró el campeón de cuatro títulos de Grand Slam. “Sabiendo que quizás en la siguiente ronda puede pasar lo mismo y podré enfocarlo de una manera distinta. Al final, este tipo de situaciones, vivirlas y salir adelante, te da muchas cosas positivas de cara al siguiente partido”.
Durante el tercer set del encuentro con Dzumhur, mientras su rival era atendido por el fisioterapeuta en la pista, el español se dirigió a su equipo para explicarles que se notaba falto de energía, apagado,
“Simplemente, un poquito de bajón físico del que me ha costado recuperar, pero al final es lo que hay”, confesó Alcaraz. “Yo creo en que la sesión de noche quizás te puede dar un poquito más de bajón, pero al final físicamente me encuentro bien. Problemas siempre vienen. Jugar a un nivel alto tenísticamente durante dos horas o dos horas y media es lo complicado”, prosiguió. “Hay momentos de bajón. Quizás, ahí he tenido un poco de dudas, físicamente o tenísticamente, y él las ha aprovechado”.
“También hay que dar crédito al nivel al que él ha jugado a partir del tercer set”, reconoció Alcaraz. “Prácticamente no sabía qué hacer, no veía ningún hueco. Pero al final, en el cuarto, cuando estaba break abajo he tenido que calmar mis pensamientos y pensar mejor la línea a seguir. Al final he podido encontrar esa pequeña ventana que él me ha dejado y aprovechar las oportunidades para acabar jugando a un buen tenis”.
Alcaraz, que se tomó el sábado de descanso y se quedó recuperando en el gimnasio junto a su fisioterapeuta Juanjo Moreno y su preparador físico Alberto Lledó, se medirá el domingo a Ben Shelton por el pase a cuartos de final de Roland Garros.
“Es un jugador muy agresivo”, dijo sobre su rival. “Tiene mucha energía en sus golpes y en sus partidos. Creo que será interesante. Las veces que no hemos enfrentado hemos jugado un buen tenis. Él en tierra está jugando cada vez mejor. Vamos a intentar mejorar las cosas que he hecho peor hoy. Vamos a intentar mostrar las buenas cosas que vengo haciendo. Vamos a intentar que él no coja la iniciativa ni las riendas del partido. Y que pongamos nuestro tenis en ello”.
Además de trabajar en el gimnasio y no pisar la pista, Alcaraz aprovechará el sábado para pasear por París junto a su equipo y ver la final de la Champions League entre el Paris Saint Germain y el Inter de Milán.