
Si hay un nuevo campeón de Grand Slam en camino, Alexander Zverev sigue liderando la nómina de posibles candidatos.
El alemán escaló este sábado hasta los octavos de final de Roland Garros, extendiendo una candidatura ya tradicional en la tierra batida de París. A sus 28 años, una edad impecable para alcanzar el esplendor deportivo en el ATP Tour, el vigente subcampeón compite con una realidad bien presente en las manos: ejercer resistencia ante una generación joven que ha tomado la cima del vestuario. Si el Bosque de Bolonia es un reto de dureza, Zverev quiere aceptar el encargo con ambas manos.
El No. 3 del PIF ATP Rankings se sometió a un examen exigente, batiendo 6-2, 7-6(4), 6-1 al inspirado Flavio Cobolli en uno de los choques estrella de la jornada. El italiano, lanzado tras levantar días atrás el mayor trofeo de su vida en Hamburgo, apretó los dientes hasta exigir lo máximo en el corazón del partido al tercer cabeza de serie. Las siete victorias consecutivas sobre arcilla impulsaron al jugador de Florencia, que amagó con disfrazar una tercera ronda en un pulso de aroma superior. Sin embargo, la frialdad de Zverev, acostumbrado a convivir en la Court Philippe-Chatrier, le condujo a una victoria que fue un paso al frente en el torneo.
Zverev busca culminar en Roland Garros una gira europea de arcilla cargada como nunca, con cinco torneos preliminares sobre la superficie antes de competir en París. El alemán, que alimentó sus sensaciones con el título ATP 500 de Múnich, intentará recuperar el brillo tras sus salidas prematuras en Montecarlo, Madrid y Roma, los grandes templos Masters 1000 del polvo de ladrillo. En una pista que exige trabajo, paciencia y un enfoque metódico como ninguna, Alexander ha curtido el cuerpo con la cita gala como destino final.
París asiste al esfuerzo de un jugador con una ambición evidente en sus pensamientos: levantar por primera vez una copa del Grand Slam. Ningún otro major ha visto a Zverev empeñarse con semejante fruición, alcanzando al menos las semifinales en las últimas cuatro ediciones del torneo. Desde la épica ante Rafael Nadal en 2022, donde sufrió una lesión de tobillo que puso en jaque su carrera, hasta el choque definitivo de 2024, pisando el quinto parcial ante Carlos Alcaraz con el trono en juego, Alexander ha hecho méritos para optar a todo en la capital francesa.
Ahora, la segunda semana de competición recibirá los golpes de un jugador ilusionado por atravesar el cuadro. En pleno ecuador del torneo, donde los aspirantes empiezan a contarse con los dedos de las manos, el alemán se adentra en un terreno que ha sondeado año tras año. Con una experiencia a la altura de los mejores, Zverev buscará una plaza en los cuartos de final luchando ante Tallon Griekspoor, vencedor por 4-6, 6-1, 6-7(2), 6-1, 6-4) ante el estadounidense Ethan Quinn.
Zverev domina por 7-2 el Lexus ATP Head2Head sobre el neerlandés, que competirá con un manojo de motivos para encontrar la fe en París. Con una versatilidad fuera de toda duda, Griekspoor ya exigió cinco mangas al alemán en la pasada edición de Roland Garros, completando uno de los duelos más duros del torneo, y sumó su triunfo más destacado en la rivalidad esta misma temporada en el ATP Masters 1000 de Indian Wells.
¿Sabías Que…?
Alexander Zverev es uno de los dos jugadores alemanes que han alcanzado la final individual masculina de Roland Garros en la Era Abierta. El de Hamburgo, que luchó ante Carlos Alcaraz por levantar el trofeo en la edición de 2024, siguió los pasos de su compatriota Michael Stich (1996) en la tierra batida de París. Ningún hombre germano ha logrado levantar la Copa de los Mosqueteros en la era profesional, un reto de profunda dimensión nacional para el actual No. 3 del mundo.