
Cuando Simone Tartarini tomó la decisión crucial de dejar su club en La Spezia, Italia, no podía imaginar el extraordinario viaje que emprendería junto a su pupilo.
Tartarini, que se describe a sí mismo como "profesor" de tenis en lugar de entrenador, ha guiado a Lorenzo Musetti desde que este tenía ocho años. Al reconocer el excepcional potencial del joven italiano, decidió dejar atrás su estabilidad profesional para dedicarse por completo a convertir a Musetti en un jugador de talla mundial.
"Un punto de inflexión realmente importante se produjo cuando Lorenzo tenía 14 años", explicó Tartarini a ATPTour.com. "Fue entonces cuando tomé la decisión de invertir en él profesional y económicamente. Dejé mi club de tenis y empecé a viajar por el mundo con él para ayudarle a crecer".
"Tenía un club en el que trabajaba y me ganaba la vida, pero lo dejé para viajar con este chico, yendo a menudo a Francia, buscando compañeros de entrenamiento, preparadores físicos, gente que pudiera ayudarnos... Ese fue el primer paso de este gran proyecto que ha ido creciendo cada vez más con el tiempo".
Esa apuesta está dando ahora sus frutos. Bajo la tutela de Tartarini, Musetti ha alcanzado el puesto No. 6 en el PIF ATP Ranking, el más alto de su carrera, tras un comienzo de 2025 espectacular. Se ha convertido en el sexto jugador en alcanzar las semifinales de los tres torneos ATP Masters 1000 sobre tierra batida y Roland Garros en la misma temporada.
Sin embargo, su historia no comenzó con esa partida: Tartarini ha pasado 15 años formando a Musetti desde que tenía ocho años, viéndolo evolucionar de niño a hombre, y ahora padre. Aunque se le conoce como entrenador, Tartarini abraza el título de "maestro", un papel que desempeña con orgullo.
"No nací como entrenador, sino como profesor de tenis", afirma Tartarini. "Lorenzo vino a mí cuando tenía ocho años, a mi escuela de tenis, y a partir de ahí empecé mi andadura como profesor".
"Como profesor de tenis, tomé a un niño de ocho años y medio y lo llevé al No. 6 del mundo. Viajamos juntos por todo el mundo. Lorenzo ha pasado de ser un niño a un adolescente y ahora es un adulto y padre. Es un camino que hemos recorrido juntos: hemos crecido juntos en todos los sentidos de la palabra durante los últimos 15 años".
En los primeros años, Tartarini y Musetti solían compartir habitación de hotel para ahorrar dinero, pasando más tiempo juntos que con sus respectivas familias. Tartarini no dudó en reconocer la "increíble confianza" que le brindaron los padres de Musetti durante esos años.
Esa cercanía fuera de la pista ha sido un pilar fundamental de su éxito dentro de ella. Con el tiempo, Tartarini se ha convertido no solo en un mentor, sino en una figura paterna, que le ha aportado estabilidad y consistencia, lo que se ha traducido en resultados.
"He desarrollado mis habilidades a lo largo de los años. He tenido la suerte de estar en entornos importantes, con entrenadores importantes, lo que me ha permitido crecer profesionalmente", dijo Tartarini. "Creo que he tenido la humildad y la suerte de estar junto a personas competentes a lo largo del camino que me han formado como entrenador, pero sigo pensando que soy un profesor".
Lorenzo Musetti y Simone Tartarini. Photo: Team Musetti.
A pesar de su humildad, Tartarini ha sido objeto de críticas a lo largo de los años. No encaja en el molde del entrenador tradicional: no es un exjugador ni tiene experiencia previa entre la élite de este deporte.
"Hubo otro obstáculo importante, quizá el más importante desde que se convirtió en jugador profesional", reflexionó Tartarini. "Está relacionado con el estigma de ser el entrenador que sacó al chico del colegio. Por parte de ciertos sectores de los medios de comunicación y del mundo del tenis, había una sensación de inadecuación".
"Después de las primeras derrotas, la gente decía: 'No es un entrenador de verdad' o 'no tiene experiencia'. Así que tuvimos que luchar contra esas actitudes. Es evidente que Lorenzo y yo tenemos una relación muy fuerte, basada en valores sólidos. Así que tuvimos que cerrar el círculo y centrarnos en lo importante".
Tartarini siempre ha dado una importancia increíble al aspecto técnico del juego. Ha dado prioridad a preservar el talento natural de Musetti, que destaca por su elegante revés a una mano, al tiempo que ha fomentado su resistencia y competitividad.
Tras ganar el título individual juvenil del Abierto de Australia de 2019, Musetti saltó a la fama, conquistando dos títulos del ATP Tour en 2022 y entrando en el Top 30. Pero con ese ascenso llegó el reto de mantener la regularidad.
"Ahora, como jugador, es alguien que acepta más las cosas", dijo Tartarini sobre Musetti, de 23 años. "En el pasado, cuando las cosas no iban tan bien, le costaba sobrellevarlo. Le costaba aceptar jugar mal o golpear mal la pelota. Está muy apegado al aspecto técnico del juego y, al ser un jugador que se basa en las sensaciones, cuando no sentía bien la pelota, solía perder completamente el partido".
"Este año, poco a poco, esa madurez fuera de la pista ha empezado a notarse en la pista. Ha empezado a aceptarse más a sí mismo; como él dice, está aprendiendo a ensuciarse un poco más las manos. Así que ahora está ganando partidos que antes solía perder. Pero sigue siendo un proceso y aún no ha terminado. Quizás le lleve otro año o dos, pero realmente creo que [su éxito] está más relacionado con lo que ocurre fuera de la pista que con cualquier otra cosa".
Las excelentes actuaciones de Musetti durante el último año han acallado cualquier duda que pudiera quedar sobre su potencial. Su mayor logro llegó en los Juegos Olímpicos de París, donde hizo historia al convertirse en el primer tenista italiano en ganar una medalla olímpica desde Uberto de Morpurgo en 1924..
Simone Tartarini y Lorenzo Musetti festejan luego de ganar el Bronce en los Juegos Olímpicos de Paris 2024. Photo: Team Musetti.
Ahora, junto al No. 1 del mundo, Jannik Sinner, como los líderes de este deporte en su país, Musetti se encuentra en el centro del renacimiento del tenis italiano, algo que Tartarini observa con orgullo y reverencia.
"Italia es como un diamante en el cielo del mundo del tenis en este momento", afirma Tartarini. "Para Lorenzo y para mí, ganar la medalla olímpica fue probablemente el momento más emotivo, un logro enorme después de 100 años. Llegar a las semifinales de un Grand Slam es fantástico, pero no te llevas ningún trofeo, así que esto fue un gran paso adelante para nosotros".
"Lorenzo siente una responsabilidad [al representar al tenis italiano], pero la siente de forma positiva. Es el reconocimiento que le brindan el público, los medios de comunicación, las personas que lo siguen y aman este deporte. Quiere asegurarse de que los niños se sientan inspirados y de que él representa al deporte de la mejor manera posible".
En quinta posición en la PIF ATP Live Race To Turin, Musetti se está acercando a otro hito: clasificarse para las prestigiosas Nitto ATP Finals en su propio país. A su lado, Tartarini está ahí, guiando, enseñando y apoyando discretamente desde detrás de los focos.