Lo que comenzó como un experimento inofensivo se ha convertido en una toma de control total.
La brillante idea de Alex de Miñaur, Taylor Fritz y Lorenzo Musetti —dejar que sus marionetas se encargaran de la gestión fuera de la pista— se suponía que les proporcionaría tiempo extra para entrenar y algo de paz y tranquilidad. En cambio, desató una nueva era de caos en el ATP Tour.
Al principio, todo parecía funcionar a la perfección. Las marionetas atendían a los medios con una profesionalidad sorprendente, posaban impecablemente para las fotos y recitaban sus diálogos con encanto y seguridad. Pero a medida que avanzaba el Rolex Paris Masters, sus intenciones se hicieron evidentes.
La mascota de A lex de Miñaur habla con los medios en París. Foto: Corinne Dubreuil/ATP Tour.
De repente, los dobles ya no se conformaban con un segundo plano. Tenían opiniones, egos y una innegable presencia escénica. Pronto, acapararon la atención, eclipsando a sus contrapartes reales y dominando cada sesión de fotos, entrevista y publicación en redes sociales.
Los jugadores, estrellas del Top 10 del PIF ATP Ranking, se vieron obligados a intentar alcanzarlos. Lo que comenzó como un atajo ingenioso se convirtió en un completo cambio de poder. La línea entre jugador y mascota se desdibujó, y el circuito fue oficialmente secuestrado.
Finalmente, De Miñaur, Fritz y Musetti decidieron que ya era suficiente. Decididos a recuperar su protagonismo, llevaron a cabo una intervención decisiva. Los títeres, a pesar de su estilo, fueron expulsados, y el equilibrio de poder se restableció… al menos por ahora.
Aunque en The Handover, nada sale siempre según lo planeado. Los jugadores quizás hayan recuperado el control, pero los títeres dejaron su huella, y si su comportamiento anterior sirve de indicio, no será la última vez que los veamos.
Mira el video completo para descubrir quién se impone en esta toma del poder por parte de los títeres.