
Hubert Hurkacz e Iga Swiatek llevaron a su país a la final de la United Cup por segundo año consecutivo. Su arma secreta no tiene que ver con la raqueta, sino con un flamenco.
No, no se trata de un flamenco de verdad, sino de un flotador de plástico que el equipo utilizó en una actividad fuera de la pista en Wylie’s Baths cerca de Coogee Beach.
“Nos lo dieron para que nos sirviera en el mar como apoyo y nos mantuviera a flote”, señaló Hurkacz. “Eso es lo que está haciendo por nosotros en los partidos”.
Flammy, el nombre que el capitán del equipo polaco Mateusz Terczynski ha puesto al flamenco, ha ocupado una plaza en el banquillo de este país durante todo el torneo. Ahora Polonia espera que su presencia ayude definitivamente a que puedan conquistar su primera corona en la United Cup.
“Bueno, yo no soy una buena nadadora, así que sobreviví gracias a él al inicio del torneo”, bromeó Swiatek. “Por eso aún estoy aquí. Gracias, flamenco”.