
Carlos Alcaraz no ha parado, literalmente.
El pasado lunes, el español ganaba el ATP Masters 1000 de Cincinnati, y esa misma noche aterrizaba en Nueva York para comenzar a preparar el US Open, último Grand Slam de la temporada. El martes, sin tiempo para mucho, el No. 2 del PIF ATP Rankings se unía a Emma Raducanu para jugar el cuadro de dobles mixto del torneo, cediendo en su primer encuentro frente a Jack Draper y Jessica Pegula.
El miércoles, Alcaraz se tomó el día libre y aprovechó para jugar al golf, pero luego entrenó el jueves con Lorenzo Musetti, el viernes con Karen Khachanov y este sábado con Draper, afinando detalles y buscando las mejores sensaciones antes de su debut en Flushing Meadows.
“Mentalmente me siento con capacidad de aguantar partidos difíciles”, avisó de entrada el murciano, que consiguió su primer título de Grand Slam en el US Open de 2022.
Por eso, Alcaraz llega a Nueva York con un sentimiento muy distinto respecto al año pasado. Si algo marca la diferencia, es el aspecto mental.
“Al final, sí que es verdad que el calendario del tenis es tan tan intenso, juegas tantos partidos que da igual lo que hayas hecho previamente”, dijo el español. “Es como que, en cierto modo, no es que se te haya olvidado todo, pero no lo tienes muy presente, sino que vas yendo semana tras semana e intentas estar lo mejor posible. Obviamente, este año me siento que voy mucho mejor, y no porque haya ganado Cincinnati, sino porque mentalmente me siento con capacidad de aguantar partidos difíciles, de sobreponerme a momentos complicados cuando estoy en pista, lo cual el año pasado no sentía eso. No sentía que tenía la capacidad o la fuerza mental para sobreponerme a las dificultades que pueda tener”.
Que en este 2025 no haya habido Juegos Olímpicos ha sido clave para llegar más fresco y mejor preparado, a diferencia de lo que sucedió en 2024.
“Obviamente, este año no ha habido Juegos Olímpicos, lo cual me ha permitido tener más tiempo para mí, de desconexión. Y ahora, para Nueva York, estoy mucho más preparado que el año pasado”.
Alcaraz profundizó aún más en esa sensación.
“He tenido más tiempo para tener días completamente libres, para recargar la mente y las pilas”, dijo el campeón de cinco títulos grandes. “He ido a Cincinnati con más felicidad y más hambre de jugar. Como se ha visto, estaba más preparado que el año pasado, y ahora me siento mucho mejor”.
El murciano debutará en el US Open ante Reilly Opelka, en un duelo inédito que afronta con precaución.
“Va a ser muy difícil jugar contra Opelka por primera vez”, reconoció. “Todos sabemos cuál es su estilo de juego, así que tengo que estar preparado para eso, centrado en el resto y en intentar meter la mayor cantidad posible de pelotas”, insistió. “Intentaré coger buen ritmo durante el partido, jugar bien los puntos desde el fondo cuando él me dé la opción, y veremos qué pasa. La confianza ahora mismo es alta. Me siento bien en la pista, me gustan las bolas y estoy listo”.