
Por primera vez en su carrera, Jaume Munar se clasificó para la tercera ronda del US Open, que también es su mejor marca en torneos de Grand Slam. Lo hizo venciendo a Gabriel Diallo, que le había ganado los dos precedentes, uno de ellos precisamente en este mismo torneo el año pasado. Así que tras el triunfo, el español solo tenía motivos para estar muy feliz.
“Estoy contento hoy”, se arrancó Munar. “Lo comentaba antes con mi equipo: sobre todo por el resultado. A nivel tenístico son partidos muy complicados. Hacía muchísimo viento y ahí fuera estaba difícil”, prosiguió. “Después él tiene un tipo de juego que te incomoda mucho, te presiona constantemente. Une puntos increíbles con fallos a veces grandes. Y nunca sabes si ser más agresivo o ser un poco más conservador. Y tienes que jugar con ese balance durante mucho rato. Y se hace realmente difícil a nivel mental. Con lo cual, estoy muy contento con la victoria por ese motivo”.
A las puertas de romper su techo personal, que sería alcanzar por primera vez los octavos de final en un grande, Munar levantó el pie del acelerador para avisar del peligro que le espera el próximo sábado.
“Yo soy totalmente sincero y no es para querer echarme para atrás o no verlo así, pero creo que hay un cambio de paradigma bastante grande en el tenis”, aseguró el español. “Basta ver el cuadro de aquí, basta ver el cuadro de Wimbledon o de los Masters 1000”, añadió. “No sé si es porque el nivel está mucho más igualado, porque jugamos muchas semanas y mantener ese nivel de exigencia durante mucho tiempo se hace realmente complicado, pero la realidad es que a un día el ranking no dice nada ya”, prosiguió.
“Solo hay que mirar los partidos que han perdido hoy los cabezas de serie, o los que perdieron ayer”, insistió. “A priori son favoritos. Creo que el ranking es una clara demostración del trabajo que tú haces y de la consciencia que tienes a lo largo de un año, pero a un partido cualquiera es peligroso. El otro día jugué contra un rival que estaba fuera de los 100 y me lié solo y estaba en un marrón en el cuarto set”, recordó. “Hoy juego contra un rival que a priori tiene mejor ranking que yo y gano en tres sets. Ya veremos lo que nos depara el futuro”.
Ese futuro inmediato es Zizou Bergs, que accedió a la tercera ronda del US Open tras la retirada por lesión de Jack Draper. Cualquiera podría pensar que Munar debería ganar seguro y abrazar con los dos brazos la ocasión que tiene por delante, pero la realidad es bien distinta.
“Es un gran jugador”, avisó el español. "Y obviamente yo lo sé y lo vivo como una experiencia. Hay que ser realistas: prefiero jugar con Zizou Bergs que con Carlos Alcaraz, pero la realidad es que a un partido… me espera un encuentro complicado. La realidad es que a un partido, si pones todo en contexto, creo que a día de hoy todo el mundo tiene opciones contra todo el mundo”.
“Cuando uno está en la cresta de la ola, todo resulta más sencillo, desde el día a día de trabajo hasta las sensaciones que transmites en pista”, dijo. “Cuando los resultados son positivos y te empujan, todo es mucho más sencillo. Creo que cierta madurez en la pista me va a llevar a mejores sitios y eso es lo primordial a día de hoy”, remarcó. “Supongo que cuando terminemos el US Open, y sobre todo cuando terminemos la pretemporada, pues pondremos otros nuevos objetivos”.