ATP Tour
“Yo tengo la sensación de que estoy viviendo una etapa totalmente diferente a la que he vivido durante cinco o seis años. Es verdad que aterricé muy pronto entre los 100 mejores, junto a grandes estrellas de mi generación del 96, 97 y 98. Me mantuve en los puestos 60, 70 o 80 del mundo con deficiencias a nivel tenístico, pero supliéndolas con carácter y capacidad competitiva. Hace un año, año y medio, me propuse que esto debía cambiar. Ya no había un motivo económico ni la ilusión de jugar los torneos grandes. Lo que me llevaba a seguir trabajando era luchar por algo más. Tengo 28 años, pero me lo tomo como un inicio. Llevo un año, año y medio en este nuevo proceso y las cosas están saliendo bien”.
La profunda reflexión de Jaume Munar llegó minutos después de clasificarse para jugar los octavos de final de un Grand Slam por primera vez en su carrera. Este sábado, el español venció a Zizou Bergs por 6-1, 6-4, 6-4 y avanzó hacia la siguiente ronda en el US Open, donde se encontrará con Lorenzo Musetti, al que domina por 2-1 su serie Lexus ATP Head2Head.
Más allá de eso, Munar, que pase lo que pase el próximo lunes aparecerá entre los 40 primeros de la clasificación por primera vez, tiene claro que este 2025, incluido el US Open, supone un punto de inflexión para seguir con el nuevo impulso que ha conseguido darle a su carrera con 28 años.
“A futuro me veo con ganas y capacidad de hacer mucho más”, avisó el mallorquín. “El nivel que estoy demostrando en el día a día de trabajo es incluso más alto que el que muestro en la pista compitiendo, así que no me quiero poner límites. Sé que no voy a luchar por ganar Grand Slams, ojalá que sí, pero no quiero ponerme trabas”, continuó. “El circuito está muy abierto y me apetece ponerme retos a mí mismo y seguir evolucionando. No quiero ponerle nombre a los objetivos, porque a veces eso es más un lastre que una ayuda”.
De entrada, el objetivo de superar su techo en un Grand Slam (tercera ronda) ha quedado marcado en verde. Y en pista dura. Y en un torneo como el US Open, donde llevaba desde 2018 sin pasar de la primera ronda. Síntoma de evolución y madurez.
“Significa mucho”, aseguró el español. “Ya lo he dicho en pista: en momentos así, más que la euforia, lo que me viene a la cabeza es todo lo que he pasado para llegar hasta aquí. He tenido muchísima gente a mi alrededor, no solo el equipo con el que trabajo hoy, que gran parte del mérito es suyo, sino también mi familia, mis entrenadores”, siguió. “Mi proceso ha sido diferente al de muchos, muy bueno y fructífero en otras cosas. Me siento absolutamente agradecido por todo lo que me ha llevado a conseguir esto y me lo tomo como un disfrute personal, pero sobre todo como un éxito que llega después de muchísimo trabajo”.
Ya con los dos pies en octavos, el mallorquín tiene claro qué necesita para dar otro salto y poder aspirar a soñar con estar en los cuartos de final.
“Estoy contento con estar en la segunda semana de un Grand Slam”, repitió Munar. “Obviamente para mí es algo que consigo por primera vez. A nivel tenístico he sido claro desde el principio: no me estoy encontrando tampoco increíblemente bien. Creo que la parte de gestión emocional y todo lo demás sí está funcionando como a mí me gusta y creo que ahí está el acierto del resultado de este torneo”, analizó. “A nivel tenístico creo que puedo mejorar y, de hecho, creo que lo voy a hacer para el lunes. Estoy muy contento con cómo he gestionado todo lo que he jugado hoy”, celebró. “Quizás no estoy en mi mejor nivel, pero lo que sí me está funcionando muy bien son los planes de partido. Al final, como digo, es trabajo invisible y trabajo de hormiguita. El tenis de ahora tiene muchas más variables que no solo el impacto de la pelota”.
