
El viernes por la tarde, la Centre Court de Wimbledon se despide de Carlos Alcaraz hasta el domingo, cuando se enfrente a Novak Djokovic por el título, con una sonora ovación. Mientras se marcha hacia los vestuarios, el joven de 21 años deja atrás también todos los nervios que le han acompañado durante su partido de semifinales frente a Daniil Medvedev, y que habitualmente suelen estar junto a él cuando sale a uno de los escenarios más prestigiosos del mundo del deporte.
Esos nervios, sin embargo, son positivos si se canalizan de la manera adecuada. Bien lo sabe Alcaraz.
“En Roland Garros quizás no hablé de los nervios, aunque obviamente estaban ahí”, explicó el español después de imponerse a Medvedev en cuatro sets. “Quizás en aquel torneo los controlé un poco mejor, excepto en la final… Ahí me pasaron un poco factura, sobre todo en los primeros sets”, prosiguió el murciano, recordando el encuentro contra Alexander Zverev, al que derrotó en cinco sets.
“Wimbledon, jugar en la pista central, me genera un poco más de nervios por todo lo que supone; por cómo veo yo el torneo y la pista central, quizás de manera diferente a otros”, reflexionó Alcaraz sobre el tercer Grand Slam de la temporada. “Es algo que estamos trabajando: obviamente, los nervios controlados son muy buenos y muy necesarios, pero cuando se descontrolan un poco, o no sabes cómo gestionarlos, juegan en tu contra”, prosiguió. “Hoy quizás en el primer set me ha costado un poquito, aunque haya jugado un buen tenis y haya jugado bien. A lo mejor eso es lo que me ha faltado para poder ganarlo: gestionar un poco mejor los nervios, que luego en los otros tres sets sí que ha ido bastante mejor”.
Wimbledon es un torneo especial, de eso no hay duda. Y Alcaraz, que está enamorado de un evento que ha jugado en cuatro ocasiones, alcanzando en dos de ellas (2023 y 2024) la gran final.
“Desde que empecé el torneo no he pensado que soy el vigente campeón”, dijo Alcaraz. “El único objetivo era ser mejor cada día”.
El domingo, cuando salte a buscar la defensa de la corona ante Djokovic (3-2 en la serie Lexus ATP Head2Head para el serbio), Alcaraz tendrá una buen puñado de esos nervios en el estómago, pero sabrá cómo hacer para convertirlos en energía camino al desafío de volver a vencer a Nole en Wimbledon.
Casi nada.