ATP Tour
Carlos Alcaraz no pudo conquistar su tercer título consecutivo en Wimbledon, pero se marcha del All England Club con la cabeza alta. Tras perder en la final ante Jannik Sinner, el murciano dejó una reflexión madura, centrada en el aprendizaje y la evolución. Su mensaje, lejos de la decepción, giró en torno a la aceptación, el crecimiento y la ambición de seguir compitiendo en la élite.
“La gira de hierba que he hecho ha sido muy positiva”, aseguró el No. 2 del PIF ATP Rankings. “Han sido unas cuatro semanas aquí en Londres de las que estoy muy orgulloso y contento”, añadió el español. “Obviamente perder una final de Grand Slam siempre es complicado de aceptar, pero hemos aprendido a asumir las cosas como vienen y a sacar lo positivo. No estoy mal, sino contento de todo lo que he hecho”.
Durante el partido, que cedió en cuatro sets, Alcaraz vivió momentos de confianza… y de bloqueo.
“En el partido ha habido momentos buenos, en los que me sentía perfecto, y luego otros en los que no sabía qué hacer”, admitió el murciano. “Después del primer set, Sinner ha subido mucho el nivel, sobre todo desde el fondo de pista, y sentía que no le estaba haciendo daño. En ese momento ha sido mejor que yo. Hoy ha jugado un tenis más completo”, explicó. “Y ahí me he frustrado. Nos hemos bloqueado mentalmente porque teníamos enfrente a un jugador que prácticamente no dejaba huecos”.
Lejos de esconderse, Alcaraz identificó con nitidez lo que debe mejorar.
“Saco muchísimas cosas de esta final”, avisó el español. “Cosas que tengo que mejorar. Nunca he sido de apuntar lo que he hecho mal tras perder un partido, pero hoy lo tengo muy claro, y quizás me las apunte para luego entrenarlas. Así se forja un gran campeón”, reflexionó. “De las derrotas, sobre todo en momentos que duelen como una final de Grand Slam, es de donde más se aprende. Hay que aceptar que a veces el otro es mejor, salir orgulloso con lo que has hecho y preparar la siguiente”.
A pesar de la derrota, y el joven de 22 años no se apartará ni un milímetro de su forma de entender el tenis. Al revés.
“Ahora mismo no estoy de bajón”, confesó Alcaraz. “Al contrario. Ha venido mi equipo y estaba sonriendo nada más salir de la pista”, reveló. “Hay que estar agradecido de lo que estás viviendo. Y este ha sido un muy buen torneo. He perdido contra alguien que ha demostrado un nivel altísimo. La manera en la que se mueve Sinner en hierba es brutal”, elogió. “En el cuarto set ha habido un momento en el que me he dicho: ‘hay que disfrutar’. He empezado a sonreír mucho más y es cuando más oportunidades de break he tenido. Para mí eso dice mucho de que estamos en el camino correcto”.
La temporada de Alcaraz, con título en Roland Garros y final en Wimbledon, además de otros cuatro trofeos, refuerza su posición en la cima del tenis mundial.
“Sin ninguna duda habría firmado esta temporada”, reconoció. “Llevo varios Masters 1000, un Grand Slam, una final en otro Grand Slam… Hay que pensarlo en positivo. No mucha gente ha podido disputar una final de Wimbledon, y eso hay que valorarlo. Lo que hemos hecho es muy bueno”.
“Es momento de que nosotros implantemos nuestro tenis, nuestro nivel, y lleguemos a las rondas finales de los grandes torneos”, afirmó. “Estamos creando una rivalidad muy bonita para el tenis. Todo el mundo tiene a Jannik como un ejemplo, como el jugador a batir, y muchos se fijan en él para mejorar. Yo también. Ojalá podamos seguir construyendo esta historia juntos”.
Ahora llega el turno del descanso. Con un calendario muy exigente a sus espaldas, Alcaraz tomará unos días de vacaciones antes de encarar la gira americana.
“Los últimos meses han sido muy exigentes. Prácticamente no he tenido descanso más allá de los días en Ibiza”, recordó. “Ahora vamos a escuchar al cuerpo, ver qué pide, y a partir de ahí planificar lo que viene. Hay que afrontar la gira americana con energía”.
