
Novak Djokovic se acerca al momento de la verdad en Wimbledon. El serbio escaló este lunes hasta los cuartos de final en el All England Club, uno de los escenarios más emblemáticos a nivel personal, donde ha logrado competir por la copa en sus últimas seis participaciones. A sus 38 años, el balcánico mantiene una frescura natural sobre la hierba de Londres y una ambición en la mente: igualar el récord histórico del torneo con un octavo trofeo de campeón. Con el objetivo a tres partidos de distancia, la emoción comienza a crecer en la capital británica.
El antiguo No. 1 del PIF ATP Rankings necesitó desatascar un partido espeso, remontando por 1-6, 6-4, 6-4, 6-4 la tenacidad del australiano Alex de Miñaur, decidido a convertir el partido en una tortura a cámara lenta. Entre dos de los jugadores más dotados para cubrir el fondo de pista floreció un pulso físico sin tregua, donde el desgaste fue permanente y los golpes se multiplicaron en cada intercambio. Si la hierba ha adquirido un ritmo que acepta los peloteos, convirtiendo el fondo de pista en un territorio habitual, este choque fue el ejemplo paradigmático de esa realidad.
"Todavía estoy procesando el partido y lo que ha ocurrido sobre la pista", dijo Djokovic, vencedor en un duelo que Roger Federer disfrutó desde el Royal Box. "No fue un buen inicio para mí, él comenzó de maravilla. Me ha roto el saque tres veces en el primer set. Había mucho viento en la pista. Se ha adaptado mejor al juego desde el fondo de la pista".
La Centre Court abrió sus puertas para disfrutar de un partido huérfano un año atrás. En la pasada edición del torneo, una lesión de cadera impidió a De Miñaur saltar a la cancha para enfrentar a Djokovic en los cuartos de final, aplazando una batalla muy esperada en Londres. Este lunes, bajo una enorme expectación, ambos cerraron ese capítulo pendiente librando un duelo intenso, con aroma puro a segunda semana y grandes objetivos sobre la hierba.
"No encontré muchas soluciones pero intenté resetearme. El juego para cerrar el segundo set fue complicado. Quizá fue un punto de inflexión donde me dije 'OK, he vuelto al partido'. Hubo mucho juego al gato y al ratón, con muchos golpes cortados que él domina. Es uno de los jugadores más rápidos que tenemos en el circuito y en hierba, donde la pelota bota tan bajo, es complicado jugar ante alguien como él si no sientes la pelota. Expone tus debilidades, así que me enorgullece como he manejado los momentos complicados".
Lejos de encontrar un camino sencillo, Djokovic abrazó el sufrimiento para aterrizar en los cuartos de final. El balcánico tuvo que reaccionar en un partido crudo, donde el primer set voló de sus manos en un instante y la segunda manga nació repleta de peligro. Para colocar el 1-1 y afianzar su voluntad de pelea, De Miñaur arrebató el saque al serbio en un juego que superó los 15 minutos, todo un aviso de la dureza que traería el partido. El corazón de Novak, que levantó un quiebre para evitar la quinta manga, fue clave para rehacerse hasta girar un partido estrecho de principio a fin.
"Ha sido un encuentro complicado, con momentos muy delicados para mí. A veces desearía tener el servicio, la volea y el gran tacto de ese caballero, eso sería de gran ayuda", dijo Djokovic con una sonrisa refiriéndose a Federer.
El triunfo permitió a Djokovic mantener viva la candidatura al 25º Grand Slam de su carrera, con el que extendería el récord como hombre más laureado de todos los tiempos. El balcánico desea apretar los dientes con fuerza en Wimbledon, un torneo donde jamás perdió ante Jannik Sinner y en el que disputó las últimas dos finales ante Carlos Alcaraz. Las figuras de italiano y español, ganadores de los últimos seis grandes, continúan en pie como máximos obstáculos para el serbio camino de la copa.
Si la experiencia arropa a Novak en las rondas decisivas de los Grand Slam, ese atributo podría ser fundamental en el siguiente peldaño. El balcánico disputará los cuartos de final de Wimbledon ante el emergente Flavio Cobolli, No. 24 mundial y debutante en instancias tan avanzadas en un major. Las vivencias del jugador de Belgrado, que esta semana alcanzó el centenar de triunfos en Londres, será un firme contrapeso para la ilusión sin límite del italiano, aspirante a la victoria más especial de su carrera en un templo del deporte.
Por su parte, De Miñaur sale de Londres confirmando su estabilidad reciente en los torneos de Grand Slam. El australiano, que convirtió su velocidad de piernas en una arma afilada sobre la hierba de Wimbledon, ha pisado la segunda semana en cinco de los últimos seis majors. Este resultado, además, le permite mantener su candidatura a clasificar a las Nitto ATP Finals por segundo año consecutivo, figurando como No. 9 en la PIF ATP Live Race To Turin.
¿Sabías Que…?
Novak Djokovic se ha convertido en el tercer hombre de la Era Abierta capaz de alcanzar los cuartos de final en Wimbledon una vez cumplidos los 38 años. El serbio, un ejemplo de longevidad en el deporte, ha seguido los pasos del australiano Ken Rosewall (1974) y el suizo Roger Federer (2021) sobre la hierba del All England Club.