ATP Tour
La hora de la verdad ha llegado al All England Club.
Jannik Sinner y Novak Djokovic disputarán este viernes una semifinal de Wimbledon cargada de alicientes, con la hierba de Londres como juez en un partido imperdible. El No. 1 mundial y el siete veces campeón vuelven a cruzar sus camino en el Grand Slam británico, donde el choque de generaciones ha sido algo constante en los últimos años. Si la Centre Court es uno de los grandes templos del deporte, se acerca un duelo con tintes históricos entre sus muros.
El italiano afrontará el partido con una realidad en las manos: alcanzar su cuarta final de Grand Slam consecutiva, todo un testamento del dominio impuesto en la cima. Tras coronar el US Open y el Abierto de Australia, las dos grandes citas de superficie dura, y quedar a un punto de alzar la copa en la arcilla de Roland Garros, Jannik tiene una reválida absoluta sobre la hierba.
“Deseo ganar los torneos que no he conquistado y hacerlo bien en superficies donde no he ganado”, explicó el primer cabeza de serie, a las puertas de la única final grande que falta en su historial. “Al mismo tiempo, intento entender qué tipo de jugador soy en esta superficie. Si miro cómo he competido sobre tierra batida, creo que este año he mejorado como jugador.”, explicó. “Ojalá pueda conseguir los mismo en la hierba, estoy intentando creer que ahora soy un mejor jugador en césped”.
Ese crecimiento sobre hierba tendrá ahora una reválida interesante. Sinner domina 5-4 el historial Lexus ATP Head2Head ante Djokovic, un jugador al que ha derrotado en sus cuatro duelos más recientes. Sin embargo, la figura del balcánico siempre fue un muro con las pistas de Wimbledon como escenario. Novak se impuso en los cuartos de final de 2022 y en las semifinales de 2023, dos choques imposibles de olvidar en la víspera de este viernes.
“Novak y yo nos conocemos bastante bien, hemos jugado muchos partidos. Entendemos lo que funciona y lo que no. Jamás le he vencido en Wimbledon, así que será un desafío muy, muy complicado”, recordó Sinner, al que Djokovic remontó dos mangas en el primer duelo y no le permitió un solo parcial en el segundo.
“Pero muchas cosas han cambiado en los últimos dos años”, aseguró el italiano, dispuesto a cambiar el guión en Londres. “Ahora, me siento más cómodo antes de los partidos, con una mayor confianza. Al mismo tiempo, sé que debo seguir trabajando y colocando presión sobre mí mismo”, explicó. “El trabajo nunca termina y eso es emocionante. Creo que ahora soy un jugador y una persona distinta. Ojalá pueda decir que soy algo más maduro”.
Al otro lado de la red, la responsabilidad recaerá en unos hombros de 38 años. Djokovic, que ha pisado más semifinales de Wimbledon que ningún otro hombre (14), conoce de primera mano el precio del partido que se dispone a jugar.
“No tengo expectativas. Voy a enfocarme en mi recuperación y poner mi cuerpo a punto para una batalla muy física”, indicó el serbio. “Ojalá pueda alcanzar el nivel y ser capaz de plantarle cara durante cinco sets. Voy a necesitar mi mejor versión para derrotar a Jannik. Soy consciente de ello. Mi único pensamiento ahora mismo es prepararme física y mentalmente de forma correcta, para luchar ante él el tiempo que sea necesario”.
Novak afronta el momento decisivo para optar de nuevo a un Grand Slam, unos torneos alejados de sus manos durante los últimos dos años. El serbio, testigo de un cambio de guardia en la cima, con Sinner y Carlos Alcaraz dominando los últimos seis majors, tiene precisamente en ese relevo el mayor de sus incentivos.
“Lo que me motiva es ver cuánto tiempo puedo seguir mano a mano ante estos chicos”, aclaró el balcánico. “Perdí en tres mangas ante Jannik en las semifinales de Roland Garros, pero creo que hice un partido sólido. Podría haber jugado mejor, él fue superior en los momentos más importantes. Ahora tengo otra oportunidad. Para mí, eso es lo que cuenta. Estar en las últimas rondas de los Grand Slam y medirme al mejor jugador del mundo en este momento. Junto a Alcaraz, son los líderes actuales del tenis masculino”.
Con la oportunidad de sumar el 25º grande y extender su figura como hombre más laureado de todos los tiempos, Djokovic mira al frente con la certeza del muro instalado ante sus pasos.
“Mi máximo objetivo siempre ha sido hacerlo bien en los Grand Slam. Vuelvo a estar en una buena posición. Sinner y Alcaraz dominan el tenis en este momento. Si quiero dar al menos un paso más, tengo que derrotar al No. 1 mundial. Después, quizá enfrentar a Alcaraz en la final”.
“Físicamente espero ser capaz de resistir algo así. Eso me preocupa más que mi nivel de tenis. Creo que estoy sintiendo bien la pelota cuando estoy en forma. Siento que puedo competir mano a mano ante estos chicos e incluso derrotarles si logro jugar a mi mejor nivel”.
En Londres, donde la hierba exige superación, un partido con hambre a ambos lados de la red.
