
Horacio Zeballos es alguien que respira tenis. Pero no es solo de ahora, de un tiempo reciente o algo ligado a un resultado deportivo: el argentino de 38 años nació casi con una raqueta en la mano. Su papá, homónimo, abrió el club Edison Lawn Tenis, en Mar del Plata, en 1984, un año antes de que naciera el hoy Top10 del Pepperstone ATP Rankings en dobles.
De hecho, esos recuerdos de la infancia, el correr libremente por un club de tenis con seis canchas de ladrillo, una de cemento y tantos chicos dando vueltas, son un tesoro que guarda con orgullo y que añora con poder inculcarle a sus hijos también.
Desde ese momento, Zeballos supo firmar una promisoria carrera individual en el Tour, llegando a estar dentro de los 40 mejores tenistas del mundo hace diez años, para ahora brillar como doblista y, en tandem con su amigo español Marcel Granollers, clasificarse por cuarto año consecutivo para las Nitto ATP Finals, el evento final de temporada en Turín del 12 al 19 de noviembre.
“Es un orgullo y un honor, porque significa que estás entre los mejores del año… Por eso es un torneo para disfrutar, verte con tus pares, con los mejores del 2023”, contó en diálogo con ATPTour.com, desde París, antes de disputar los cuartos de final del Rolex Paris Masters. “Es un sentimiento muy lindo para todos estar en Turín, y se ve en la cara de todos, te juro, vas caminando por los pasillos, en las canchas, y ves que están todos con una sonrisa”, contó.
Zeballos y Granollers alcanzaron la final de Wimbledon y las semifinales del Abierto de Australia y Roland Garros. El dúo hispano-argentino ganó un título ATP Masters 1000 en Shanghái y también alcanzó las semifinales en Roma y Toronto. Tras ser dos veces semifinalistas del torneo (2020 y 2021), ¿se ponen el objetivo de pasar esa instancia, de mínima?
“Llegamos al torneo con muchas expectativas y ganas de hacerlo bien y dar lo mejor: sabemos que cada partido es una final y se puede, por es una mezcla de gozar de estar ahí sin dejar de estar compitiendo a full y pensar en el tenis”, aseguró sin tapujos.
“Nuestro nivel es alto, y es consistente: por eso nos clasificamos por cuarto año seguido y es muy lindo ver que siguen pasando los años y seguimos ahí, porque eso es para lo que trabajamos día a día”, aseveró el zurdo, quien guarda como un gran recuerdo haberle ganado una final ATP Tour en singles en Viña del Mar a Rafael Nadal, sobre polvo de ladrillo. Incluso, suele mirar los highlights de esa semana de tanto en tanto para motivarse.
No obstante, Zeballos destaca el nivel general del Tour y no duda en reconocer que no estará fácil esta vez en Turín. “Si te pones a ver los resultados y los puntos de este año que sacaron cada pareja, fue super parejo y competitivo y el nivel va a ser el más alto de cualquier otro año que yo recuerde”, dijo. Resultados y objetivos aparte, Zeballos, de momento, encuentra un regocijo especial en que otros, encumbrados y no tanto, puedan verse reflejados en su recorrido en el Tour.
“Este año Machi González y Molto (Andres Molteni) han ganado muchos torneos… ojalá que lo que hacemos todos sirva de incentivo para que muchos chicos vean nuestras carreras y sepan que con el dobles también se puede vivir y te podes dedicar”.
¿Cuál es el futuro para Zeballos? ¿Se pone una fecha límite? Todo lo contrario. “Voy viendo cada año, mes a mes, pero ahora estoy enfocado en disfrutar el presente y pudiendo viajar pero también pasando tiempo en casa para poder estar con mi familia… ahora, por ejemplo, ya nos ponemos objetivos para el año que viene”.