
Para conmemorar el final de la histórica carrera de Rafael Nadal esta semana en la Final 8 de Copa Davis, ATPTour.com publica un serial de artículos rindiendo tributo al español. Visita nuestro especial #RafaSiempre.
En una vida en la élite pueden ocurrir muchas cosas. Tras más de 20 años de carrera, Rafael Nadal ha decidido poner punto y final a su etapa como tenista, cerrando también la puerta a las rivalidades que han marcado su paso por el ATP Tour.
Con motivo de la retirada de la estrella española, ATPTour.com repasa las grandes rivalidades que han marcado su carrera.
VS. Roger Federer
No es solo una de las rivalidades más importantes de la historia del tenis, hablamos de una de las mayores rivalidades en la historia del deporte y de una pareja de contrincantes que ha trascendido hasta romper límites que parecían imposibles.
De un choque de estilos diametralmente opuestos nació una serie de encuentros (40 partidos en total, 24-16 para Nadal en el Lexus ATP Head2Head) que llevaron el tenis a otro nivel, alumbrando un marcado sentimiento de afición en todos los rincones del planeta y desbordando el interés del público con cada nuevo enfrentamiento entre el español y el suizo.
Todo comenzó hace más de 20 años, cuando un jovencísimo Nadal (17 años) sorprendió a Federer, entonces No. 1 del mundo, por un claro 6-3, 6-3 para alcanzar la cuarta ronda en el ATP Masters 1000 de Miami. Al suizo, que ya había conquistado dos títulos de Grand Slam, le sorprendió lo que se encontró al otro lado de la pista: un rival descarado, enérgico y poderoso que le dejó fuera del torneo sin pestañear.
Aunque Federer se tomó la primera revancha un año después en el mismo lugar (le ganó a Nadal la final de Miami en cinco intensos sets, remontando un 0-2 y construyendo así el primer gran choque entre ambos), el español dio un contundente golpe sobra la mesa conquistando 5 partidos seguidos para inclinar la rivalidad a su favor (6-1).
Esa racha incluyó unas semifinales y final de Roland Garros (2005 y 2006), y otras tres finales en Dubái, Montecarlo y Roma, que se llevó el español. Este último partido, disputado en el Foro Itálico, fue directo a la lista de encuentros más peleados y emocionantes entre ambos: después de más de cinco horas, Nadal celebró el triunfo tras salvar 2 puntos de partido que Federer no pudo convertir, viendo cómo se le escurría el trofeo entre los dedos de las manos.
El suizo frenaría el impulso de su rival al imponerse en la primera final de Wimbledon disputada entre ambos (2006), y luego una vez más ese año en las semifinales de las Nitto ATP Finals, recortando distancias con Nadal (3-6) y recuperándose mentalmente de todo lo que había sufrido esa temporada con los 5 triunfos consecutivos del mallorquín, la mayoría en partidos muy importantes.
2007 volvería a ser un año igualado (2 victorias para Nadal, 3 para Federer, incluyendo la primera sobre tierra batida en la final de Hamburgo) antes de volver a una racha impecable del español en un 2008 grabado en los libros de historia.
Ese año, Nadal y Federer se enfrentaron en 4 ocasiones, y las 4 terminaron con el español levantando los brazos tras conseguir la victoria. Además, Nadal consiguió encadenar triunfos en Roland Garros y Wimbledon, asaltando así el terreno de Federer, que hasta ese momento había defendido con uñas y dientes (2-0, vencedor de las finales de 2006 y 2007).
Ese partido, la final de Wimbledon 2008, está considerado uno de los mejores encuentros de toda la historia del tenis: Nadal se llevó los dos primeros sets, Federer los dos siguientes y todo se resolvió de manera agónica en el quinto por 9-7, cuando apenas quedaba luz natural en el All England Tennis Club y la suspensión planeaba sobre el encuentro.
Crédito de la foto: Getty Images
Que Nadal arrancase 2009 ganándole al suizo el Abierto de Australia seguramente tuvo mucho que ver con lo que sucedió en Wimbledon meses antes. Después de la victoria en Melbourne, que el español consiguió en otra eléctrica final decidida en el quinto set, el cara a cara entre ambos marcaba un claro 13-6 para el balear.
Nadal encadenaría otra racha de triunfos (5 seguidos) entre 2013 y 2014 antes de que Federer firmase 6 victorias consecutivas (de 2015 a 2019), coincidiendo con el período en el que regresó de una importante lesión en la rodilla derecha.
Fueron los últimos coletazos de una rivalidad que vivió sus dos últimos episodios en 2019, y en dos torneos de Grand Slam: Nada ganó a Federer en las semifinales de Roland Garros, y el suizo hizo lo propio en esa misma ronda de Wimbledon.
De los 40 partidos entre ambos, 20 fueron en pista dura (11-9 para Federer), 16 en tierra (14-2 para Nadal) y 4 en hierba (3-1 para el suizo). En torneos de Grand Slam, el español dominó por 10-4 al suizo.
Más allá de números, que dan contexto de la rivalidad, permanecerá algo muy especial: el aura de dos jugadores de época que lucharon de poder a poder en los escenarios más grandes del planeta.
VS. Novak Djokovic
Ninguna pareja de jugadores se ha enfrentado en más ocasiones que Nadal y Djokovic (60 partidos, 31-29 favorable en el Lexus ATP Head2Head a Nole). No hay mejor carta de presentación para explicar lo que ha significado la rivalidad entre el español y el serbio, dos de los mejores jugadores de la historia que han mantenido un pulso legendario durante casi dos décadas.
Ambos se vieron por primera vez en 2006, en los cuartos de final de Roland Garros, y Nadal se hizo con la victoria después de la retirada del serbio en el tercer set. Aunque un año después llegaría la primera final entre los dos (Indian Wells 2007), con victoria para el español, el primer encuentro decisivo en un Grand Slam tardaría más tiempo en suceder: en 2010, en el US Open, los dos se midieron por primera vez con un grande en juego, y el triunfo fue para Nadal.
Durante esos años, Nadal llevó la delantera en el cara a cara (15-7), aunque Djokovic logró ganar tres partidos de manera consecutiva en 2009 (Cincinnati, París y Nitto ATP Finals). En pleno crecimiento como jugador, Nole fue mejorando como tenista mientras ese tira y afloja con Nadal le ayudaba a exigirse para alcanzar su mejor versión, algo que no tardó demasiado en llegar.
Tras caer en esa final del US Open, y después de que Nadal también le arrebatase la victoria en la fase de grupos de las Nitto ATP Finals, Djokovic dio un paso al frente tremendo, ganándole 7 partidos consecutivos al español en 7 finales entre 2011 y 2012: Indian Wells, Miami, Madrid, Roma, Wimbledon, US Open y Abierto de Australia, imponiéndose en pista dura, tierra batida y hierba.
Ese último partido, que jugaron en Melbourne, duró cinco horas y 53 minutos, la final más larga de la historia en un Grand Slam. Aunque Djokovic se llevó el título, Nadal consiguió cambiar de alguna manera la dinámica de la rivalidad, forzado al serbio a dar una versión superlativa para salir con la copa del encuentro.
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Esa actuación de Nadal tuvo su recompensa casi de manera inmediata: el español consiguió la victoria en los siguientes tres encuentros que jugó con Djokovic (Montecarlo, Roma y Roland Garros, donde ganó el título), evitando así que su contrario siguiese comiéndole terreno tras esas 7 victorias que llenaron de confianza al serbio.
Durante los siguientes años, la rivalidad entraría en un terreno de intercambio de golpes, con ambos consiguiendo varias victorias (Nadal le ganó a Djokovic la final del US Open en 2013 y la de Roland Garros en 2014, mientras que el serbio hizo lo propio con las de Pekín y Nitto ATP Finals en 2013, así como Miami y Roma en 2014).
Tras el fuego cruzado, Nole volvió a ejercer una tiranía como la de 2011-2012: volvió a ganar otros 7 encuentros consecutivos entre 2015 y 2016 en Montecarlo, Roland Garros (primera victoria sobre Nadal en el segundo grande del año), Pekín, Nitto ATP Finals, Doha, Indian Wells y Roma, antes de que Nadal frenase de nuevo esa racha en Madrid 2017 con un gran triunfo en semifinales.
En 2018 llegaría un tremendo partido en las semifinales de Wimbledon, suspendido por falta de luz el viernes y reanudado el sábado con un triunfo de Nole por 10-8 en el quinto set, con ambos tenistas desplegando un juego superlativo que asombró a todos los aficionados.
Entre 2019 y 2021, la pareja solo se cruzó en finales, con Djokovic ganando la del Abierto de Australia (2019) y en la ATP Cup (2020), y Nadal imponiéndose en Roma (2019), Roland Garros (2020) y Roma (2021).
El destino quiso que los tres últimos duelos de la rivalidad fuesen en Roland Garros: Djokovic se impuso en las semifinales de 2021, Nadal prevaleció en los cuartos de 2022 y el serbio cerró la historia entre ambos ganándole en la Philippe Chatrier durante la segunda ronda de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Los 60 encuentros entre ambos se resumen así: Djokovic domina por 20-7 en pista dura, Nadal manda 20-9 en tierra y en hierba están empatados (4-4). En Grand Slam, el español ha terminado prevaleciendo 11-7, incluyendo 5-4 en finales de esa categoría.
VS. Andy Murray
Por méritos propios, el británico se abrió un hueco entre Djokovic, Nadal y Federer, entrometiéndose en el grupo al que el mundo denominó como el Big-3. Y, como no podía ser de otra manera. Murray planteó muchas dificultades al español a lo largo de los 24 partidos que jugaron (17-7 favorable al mallorquín).
Nadal arrancó la historia de la rivalidad entre ambos dominando de forma clara al hacerse con los primeros 5 encuentros (del Abierto de Australia 2007 a las semifinales de Canadá 2008). Intentando marcar diferencias desde el inicio, una forma habitual de sentar las bases en sus enfrentamientos con otros jugadores, el español se despegó del británico conquistando esos duelos en pista dura, tierra batida y hierba.
La primera victoria de Murray llegó en las semifinales del US Open de 2008, un triunfo que le ayudó a ganar tiempo después la final de Róterdam (2009) a un Nadal que vio cómo el británico empezaba a aprender de las derrotas pasadas para plantearle respuestas a sus preguntas, endureciendo los encuentros entre ambos.
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Aunque nunca se vieron las caras en una final de Grand Slam, volvieron a jugar en el Abierto de Australia (cuartos de 2010, ganó. Murray), Roland Garros (semifinales de 2011 y 2014, ganó Nadal), Wimbledon (semifinales de 2010 y 2011, ganó Nadal) y en el US Open (semifinales de 2011, ganó de nuevo Nadal).
Curiosamente. Murray fue capaz de ganarle a Nadal dos veces en casa, en la Caja Mágica, en Madrid: la final de 2015 y las semifinales de 2016, el último duelo de la rivalidad entre ambos.
Los 24 partidos entre los dos quedan desglosados en números de la siguiente manera: empate (4-4) en pista dura, dominio de Nadal tierra batida (7-2) y en hierba (3-0.). En Grand Slam, 7-2 para el balear.
VS. Otros
Además de Federer, Djokovic . Murray, seguramente los contrarios más importantes de la carrera de Nadal, son muchos los rivales con los que el español ha luchado dentro de la pista, creando otras grandes rivalidades a lo largo de su vida deportiva.
David Ferrer (26-6 para Nadal)
8 finales disputadas entre ambos, y 8 finales ganadas por Nadal, incluyendo la de Roland Garros en 2014, marcan los mejores momentos de una rivalidad entre españoles que comenzó dominando Ferrer (en Stuttgart 2004), y que también vio cómo el alicantino derrotaba a Nadal en el US Open (2007) o en las Nitto ATP Finals (2007).
Stan Wawrinka (19-3 para Nadal)
Nadal arrancó su serie de enfrentamientos con el suizo ganando sus 12 primeros encuentros ante Wawrinka. El suizo, sin embargo, derrotó al balear en la final del Abierto de Australia 2012, que su contrario jugó lesionado tras hacerse daño en la espalda en el calentamiento. Ambos volverían a verse en el partido decisivo de un Grand Slam, con victoria para Nadal en Roland Garros 2017.
Juan Martín del Potro (11-6 para Nadal)
4 triunfos de arranque para Nadal seguidos de 3 para del Potro establecieron las bases de una rivalidad espectacular, con dos tenistas pasionales que hicieron las delicias de los espectadores. El español se llevó la única final entre ambos (Indian Wells 2013), mientras que el argentino fue capaz de arrebatarle victorias muy importantes: semifinales del US Open 2009, semifinales de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 o de nuevo semifinales en el US Open de 2018.
Dominic Thiem (10-6 para Nadal)
2 finales de Roland Garros coronadas por Nadal reflejan la cúspide de una rivalidad que brilló de manera especial sobre tierra batida, aunque también tuvo otros grandes episodios como los cuartos de final del US Open 2018 (con victoria para Nadal en el tie-break del quinto set) o los cuartos del Abierto de Australia 2020 que se llevó Thiem.