
Resulta paradójico que Frances Tiafoe este a un paso de su mejor resultado de Grand Slam después de atravesar una de las temporadas más críticas de su carrera en términos de confianza. Tanto así que ya no estaba pudiendo disfrutar de la competencia ni de las prácticas, y solo pudo recuperarse hasta hace un par de meses en Wimbledon.
“El comienzo de año fue bastante duro. En Australia, donde Frances espera resultados porque disfruta las condiciones, no sumó como queríamos. Eso lo ‘shockeó’ un poco. Luego en la gira de polvo, en la que nunca ha tenido buenos resultados, el año se complicó rápidamente. No lograba competir al 100%”, recuerda el argentino Jordi Arconada, uno de los entrenadores del estadounidense.
“Un partido que nos dejó bastante golpeados fue el de Roma”, añade sobre el duelo que perdió su pupilo y amigo ante el alemán Dominik Koepfer en el debut en el Foro Itálico. “Ya se veía que el problema no era tenístico. Eso fue duro”.
En los primeros seis meses del año, justo antes de Wimbledon, Tiafoe solo tuvo dos torneos con más de una victoria (Delray Beach y Houston). El mismo ‘Big-Foe’, como se le conoce, explicó en este US Open esta complicada parte de la temporada.
“Definitivamente fue duro. Tienes un ego que se lastima y cosas así. No quieres jugar, tus prácticas son malas. Simplemente te metes en un agujero de conejo”, dijo al principio de este US Open, donde el viernes disputará ante Taylor Fritz sus segundas semifinales de este evento, y primeras desde 2022.
Lo cierto es que el diestro de 26 años, aunque lastimado por la falta de resultados, siempre tuvo el convencimiento de que pronto resurgiría. “Él siempre supo que iba a poder revertir ese mal momento”, recuerda Arconada. “Él nos decía que no estaba preocupado. Eso nos tranquilizaba. Que él tenga tanta confianza en sí mismo es un plus”.
El presentimiento de que pronto vendrían mejores resultados se empezó a notar en Wimbledon con un triunfazo en sets corridos ante Borna Coric y un duelo en el quinto set ante Carlos Alcaraz que no necesitó ganar para irse de Londres volviendo a creer en sí mismo.
“El partido de Carlos lo ayudó emocionalmente para saber que su nivel estaba ahí, y que se podía volver a los puestos más arriba del ranking”, añade Arconada. Luego vendría una gira norteamericana de ensueño: semifinales en Washington, final en Cincinnati y un US Open inolvidable. El viernes podría mejorar si se convierte en el primer local en avanzar a la final de este evento desde Andy Roddick en 2006.
El primer semestre lo ha hecho valorar incluso más el momento por el que está pasando. “Sabes, más allá de cada momento difícil, el éxito está al final del túnel, pero mucha gente se rinde justo antes. Yo no estaba tratando de hacer eso”, dijo también Tiafoe esta quincena en el US Open.
Los resultados hicieron regresar su sonrisa. O al contrario. “He recuperado la alegría, hermano. Me encanta... empiezas a mirar hacia fuera y a decir: ‘Hombre, soy afortunado de hacer lo que hago’”.
La ilusión por alcanzar sus mayores objetivos han vuelto también. “A nosotros nos encantaría jugar el torneo de fin de año. Cuando sea. El sueño de él es ganar un Grand Slam y ganar acá, eso es obvio. No sabemos si se dará. Pero esa meta de poder llegar a jugar el Masters [Nitto ATP Finals], a él como jugador y a mí como entrenador, nos encantaría”, explica Arconada.
Si cumple su gran sueño de llevarse este torneo en Flushing Meadows, se metería en puestos de clasificación para las Nitto ATP Finals subiendo hasta el No. 6 de la Carrera a Turín. Por ahora ha escalado cinco posiciones hasta la No. 14. Todo gracias a su increíble nivel de esta quincena en ‘su casa’.