
Tras superar la prueba de Reilly Opelka en la primera ronda del US Open, a Carlos Alcaraz le espera ahora un escenario completamente diferente cuando se mida este miércoles a Mattia Bellucci. Después de chocar con el gran sacador estadounidense, que planteó un partido rápido y sin ritmo, el No. 2 del PIF ATP Rankings sabe que el italiano, su próximo contrario, le obligará a jugar un cruce diferente. Y Alcaraz, por supuesto, ha hecho todo lo que estaba en sus manos para llegar listo.
“La próxima ronda será con más ritmo, con más puntos desde el fondo”, avisó el español tras batir a Opelka en tres sets. “Ahora mismo estoy muy contento con cómo me estoy sintiendo, pero mañana [por el martes] intentaré entrenar un poco para ganar más ritmo. Vamos a intentar seguir poniendo horas en pista y cogiendo buenas sensaciones, pero hoy saco poco en claro de cara a lo que tengo que mejorar para la siguiente ronda”.
Opelka, como no podía ser de otra forma, se hizo fuerte desde su servicio e intentó resolver la mayoría de los intercambios en pocos puntos. Alcaraz lo aceptó y sobrevivió con muy buena nota, pero se marchó a su hotel sin extraer conclusiones nítidas de qué tiene que mejorar para seguir aspirando a todo en Flushing Meadows.
“Es muy difícil coger un buen feedback de cara a lo que tengo que mejorar”, avisó el campeón de cinco títulos de Grand Slam, con un balance de 19-0 en primeras rondas de los grandes torneos. “Al final, los puntos desde fondo de la pista… la gran mayoría ha estado él atacando y yo he intentado defender los dos o tres primeros tiros”, desgranó. “Y luego, a partir de ahí, pues he intentado coger la iniciativa, algo que ha pasado en pocos puntos. Hemos intentado estar lo más concentrado posible con el resto y el saque. Han sido las mejores armas y la clave del partido de hoy”, remarcó el murciano.
“Opelka es un rival muy duro, con un gran saque”, continuó. “No te deja entrar en peloteos. Me resultó complicado encontrar el buen ritmo y la buena sensación desde atrás. Así que simplemente intenté restar bien, jugar puntos lo más largos posible y tratar de encontrar buenas sensaciones”, radiografió. "Fue una primera ronda difícil, pero en general estoy muy contento con la manera en la que he gestionado todo”.
Tras irse a dormir muy tarde el lunes, Alcaraz amaneció con calma en su hotel del centro de Manhattan el martes por la mañana. Tras pasar el día con los suyos, el español apareció por Flushing Meadows a las seis de la tarde para entrenarse por espacio de una hora, cumpliendo con su promesa de poner horas en la pista para estar listo de cara al duelo con Bellucci, al que nunca antes se ha medido.
El miércoles, de nuevo en la sesión nocturna del US Open, Alcaraz buscará pasar a la tercera ronda. Para ello tendrá que cambiar el chip: del partido sin ritmo de Opelka a los intercambios peleados que le plantará su rival italiano.