
Por primera vez en su carrera, Jaume Munar jugará este lunes los octavos de final de un Grand Slam. Será en el US Open y ante Lorenzo Musetti, el No. 10 del PIF ATP Rankings. Aunque el desafío es muy grande, el español, que domina por 2-1 su serie Lexus ATP Head2Head ante el italiano, confía en sus opciones para seguir derribando fronteras y meterse en los cuartos de final de un grande.
“Me espero un partido complicado”, avisó Munar. “Sí, le he ganado varias veces. Hemos tenido partidos increíbles como el de este año en Hong Kong y también me ha ganado en un Grand Slam en Wimbledon”, prosiguió. “Así que espero que sea parejo y estoy preparado para un partido completamente diferente a lo que he jugado hasta ahora, con muchos más peloteos y creo que mucho más cómodo para ambos”.
El mallorquín, que pase lo que pase en el cruce saldrá de Nueva York entre los 40 mejores de la clasificación, llega al enfrentamiento subido a la ola de la confianza que le han dado los buenos resultados en Flushing Meadows. Eso, y el recuerdo de los antecedentes con Musetti. Motivos suficientes para creer en la victoria.
“Mi máximo nivel me da para ganarle”, dijo Munar. “Después entran aquí mil variables: su nivel de tenis, su estado físico, el mío, el día… Pero he demostrado que puedo competir de tú a tú con Musetti. Eso no quiere decir ni mucho menos que salga a la pista sintiéndome favorito o que, como le he ganado la última vez, tenga que ponerme más peso sobre las espaldas”, prosiguió. “En este tipo de torneos, la experiencia cuenta mucho, y él tiene más que yo en estas rondas. Me espero un partido duro. Capacidad, creo y confío que la tengo”.
Más allá de los rivales o del propio ranking, Munar está viviendo un proceso de maduración que se refleja en cada paso. La solidez mental, su capacidad para sostenerse en los momentos críticos y el convencimiento de que puede ganar a los mejores forman parte de una identidad más asentada. El balear se ha convertido en un competidor fiable, que encuentra respuestas incluso en escenarios adversos.
“Quizás no estoy en mi mejor nivel, pero lo que sí me está funcionando muy bien son los planes de partido”, analizó. “Al final, como digo, es trabajo invisible y trabajo de hormiguita. El tenis de ahora tiene muchas más variables que no solo el impacto de la pelota”, añadió. “Ha sido difícil por momentos jugar aquí con el viento y todo lo demás. Sabía que estaba preparado y mentalizado para un partido turbulento a nivel de sensaciones y emociones para ambos. Esa ha sido la clave: estaba más preparado que él”, dijo sobre su victoria frente a Zizou Bergs. “Yo tenía muy asumido todo lo que iba a pasar y me he sostenido incluso en momentos muy delicados, como el final del segundo set”.
El desafío, admite, pasa también por dar un paso más en su tenis. La exigencia en los octavos será máxima, y para Munar es el momento de elevar la intensidad. La oportunidad de superar por primera vez esa barrera histórica es también un reto de evolución personal, un examen de carácter y determinación.
“El nivel tenístico me gustaría que fuera un poco más alto y, sobre todo, por momentos ser un poquito más agresivo y más decidido, pero la realidad es que las cosas están funcionando”.
Ahora, con la confianza de tres victorias en Nueva York y la posibilidad de alcanzar unos históricos cuartos de final, Munar se planta ante la cita más importante de su carrera. Musetti será un rival exigente, pero el español llega con la convicción de que el trabajo y la madurez acumulada en los últimos meses pueden abrirle por fin la puerta de un territorio desconocido. Un paso que marcaría un antes y un después en su trayectoria.