
Jaume Munar se despidió este lunes del US Open con una mezcla de orgullo y frustración. El mallorquín, que por primera vez en su carrera había alcanzado los octavos de final de un Grand Slam, cayó frente a Lorenzo Musetti en un partido que no pudo afrontar en condiciones normales. Enfermo desde hace varios días, con catarro y faringitis, apenas encontró energía para competir de tú a tú.
“Estoy acatarrado, con una faringitis, ya llevo días”, explicó tras el encuentro. “No es de hoy, creo que ha ido a peor durante estos dos últimos días. Ya sabía que iba un poquito al límite y estos días he empeorado”.
El diagnóstico no necesitaba demasiados matices: “Llevo con medicamentos y cosas desde hace cuatro días y la verdad que no he pegado ojo en los últimos dos. Al final, ya no solo el catarro en sí: es no descansar, no dormir y estar falto de energía en general”.
Ese escenario marcó de inicio un partido que Munar había esperado durante mucho tiempo. Alcanzar la segunda semana en un grande era un objetivo largamente perseguido, pero el cuerpo le dejó sin armas en el momento decisivo.
“Llevo mucho tiempo trabajando para estar en esta posición y estaba más frustrado que otra cosa por no poder competir de tú a tú”, lamentó el mallorquín. “He peleado porque se lo debía a toda la gente que estaba ahí fuera y también me debía a mí mismo la oportunidad de, al menos, dar la cara hasta el final”.
El contraste con el nivel mostrado durante la gira era doloroso. “Es frustrante”, reconoció el mallorquín. “La verdad es que estoy triste, es una realidad, pero no me queda más que apechugar, aceptarlo, descansar y volver a empezar”, insistió el mallorquín, que el próximo lunes aparecerá entre los 40 mejores del mundo.
Munar no restó mérito a su rival, consciente de que Musetti había estado sólido en todo momento. “Creo que hoy tenía un grandísimo rival enfrente y además jugando un muy buen nivel de tenis”, dijo sobre el italiano. “Creo que a nivel de sensaciones él ahora mismo está en un buen momento, con lo cual debía ser un partido difícil igualmente. Pero sí, afrontarlo era complicado. Porque por un lado quería que terminara y por un lado quería que no terminara nunca”, reconoció.
“Él ha hecho un partido serio, ha estado como tenía que estar”, prosiguió sobre Musetti. “Lorenzo ya ha demostrado muchas veces que es un jugador muy, muy bueno y que además gestiona momentos de ese calibre muy bien. Y creo que él ha hecho lo que tenía que hacer”.
En medio de la decepción, el mallorquín intentó dar un paso atrás y valorar lo conseguido. “Ahora mismo no es momento para mí para sacar conclusiones”, aseguró. “Probablemente sea el mejor resultado de mi carrera, con lo cual por ese lado uno tiene que ser lo suficientemente humilde como para darse cuenta de que ha conseguido algo que antes no había conseguido. Pero por otro lado, como digo ahora, valorar estas cosas es complicado. Soy consciente de todo lo que he hecho para llegar hasta aquí, soy consciente de que lo he conseguido, de que he estado en una segunda semana de un Grand Slam. Aunque ahora mismo estoy demasiado frustrado como para sacar un análisis”.
Munar se va de Nueva York con una sensación agridulce: la satisfacción por haber firmado el mejor resultado de su carrera en un grande, empañada por la impotencia de no poder demostrar su verdadero nivel en el momento soñado.