
Simone Vagnozzi ha sido una pieza clave en el desarrollo de una de las asociaciones más exitosas del ATP Tour, haciéndolo con discreción y una constancia silenciosa.
El entrenador italiano, que trabaja junto a Jannik Sinner desde febrero de 2022, ha contribuido de forma decisiva al impresionante ascenso del joven de 23 años a lo más alto del PIF ATP Rankings. Su labor entre bastidores —junto a Darren Cahill— ha sido un camino de paciencia, precisión y preparación incansable.
“Es una posición maravillosa, la que hemos estado buscando durante los últimos tres años y medio”, reconoce Vagnozzi a ATPTour.com. “Llegar al No. 1 significa ir a cada torneo con la intención de ganarlo. Como siempre repetimos en nuestro equipo, lo importante es intentar trabajar y prepararse lo mejor posible para tener la oportunidad de competir y ganar tantos títulos como sea posible. Lo importante para nosotros es tener la conciencia tranquila de que hemos hecho las cosas de la mejor manera posible”.
ATP Coach Spotlight: Simone Vagnozzi
El equilibrio entre exigencia y cercanía es una de sus claves. En un equipo donde se comparte todo, la presencia de Cahill, con toneladas de experiencia en sus hombros, ha sido fundamental para mantener el foco. “Debo decir que he tenido la gran suerte de conocer a alguien como Darren, tanto profesional como personalmente”, aseguró Vagnozzi. “Conectamos de inmediato, ¡y eso sin duda nos ayudó en nuestro camino! Nunca es fácil encontrar esta química, pero siempre hemos priorizado los intereses de Jannik”, añadió. “En la práctica, tenemos roles diferentes: yo me encargo más del aspecto técnico y táctico, y él se encarga más de los aspectos mentales y emocionales. Por supuesto, lo compartimos todo, y lo más importante es que el jugador siempre escucha una voz unificada”.
Cahill, que tenía previsto dejar de ser entrenador de Sinner a final de año para pasar más tiempo en casa, realizó una apuesta con el jugador antes de la final de Wimbledon que podría ver alterados sus planes: si el italiano ganaba el título, tendría en su mano elegir si Cahill continuaba o no.
“Sinceramente, no hay nada seguro por ahora”, confesó Vagnozzi. “Pero todos estaríamos contentos si Darren se queda”.
Darren Cahill y Simone Vagnozzi animando a Jannik Sinner durante la final de Wimbledon 2025. Foto: Clive Brunskill/Getty Images.
Vagnozzi no cree que el rol del entrenador disminuya cuando el jugador alcanza la cima. Todo lo contrario: “Tratamos con atletas tan exigentes que no quieren, si se me permite la expresión, solo amigos, sino personas que les ayuden a alcanzar su máximo potencial… quieren gente honesta que les diga cosas que a veces no quieren oír”.
Ese camino hacia la cima mejora al jugador, lógicamente, pero también al entrenador. Y Vagnozzi no ha sido una excepción en este proceso.
“La experiencia sin duda ayuda, experimentar nuevas situaciones y trabajar con diferentes atletas”, subrayó el italiano. “Creo que los mejores entrenadores son aquellos que logran excelentes resultados con diferentes atletas. Depende de nosotros entender cómo ser un valor añadido para ellos, y por eso debemos ser camaleónicos, porque no se puede tener el mismo método con diferentes jugadores”.
Sinner, que ha conquistado cuatro títulos de Grand Slam y lleva más de un año como No. 1 del mundo, mantiene intacto el deseo de superación constante. Una de las muchas claves de su inmenso éxito.
“Es una persona muy tranquila y madura para su edad, y sabe exactamente lo que quiere lograr en la vida”, aseguró el técnico italiano. “Pero también es un chico de 23 años divertido e ingenioso, y es un tipo genial con quien estar fuera de la pista. Su secreto es precisamente ese: el deseo constante de mejorar; nunca está satisfecho; sin esto, encontrar la motivación adecuada para entrar a la cancha y entrenar sería realmente difícil”.
Para Vagnozzi, esa actitud no solo se cultiva en pista. “Es fundamental que el jugador también estudie por su cuenta”, dijo el italiano. “Es una forma de visualizar el partido. Es importante que les proporcionemos información y análisis, y que luego lo asimilen”.
Y en ese análisis, hay un nombre que aparece con frecuencia: Carlos Alcaraz, seguramente el rival más exigente de Sinner.
“Carlos es un jugador tan especial que te crea dificultades que otros no pueden”, analizó el entrenador del No. 1. “Por eso es fundamental prepararse de la mejor manera para resolver esos acertijos que te plantea. Cuanto más practiques esas situaciones en los entrenamientos, más cómodo te sentirás en el partido”.
En esa evolución constante, la gestión emocional juega un papel fundamental. “Como en todo, creo que el equilibrio es la verdadera cualidad que un jugador debe tener. Mantén los pies en la tierra cuando todo vaya bien y no te desanimes si las cosas no salen como esperabas”.
Con esos pies en la tierra, pero la vista siempre puesta en lo alto, Vagnozzi ha acompañado a Sinner en cada paso hacia la cima. Y quiere seguir haciéndolo.