
Hay logros que impresionan. Y luego está lo que está consiguiendo Novak Djokovic. Con 38 años, el serbio vuelve a estar en cuartos de final de Wimbledon, peleando por levantar su octavo trofeo en el All England Tennis Club. Ya sin Rafael Nadal, Roger Federer y Andy Murray, sus grandes rivales en el circuito, el serbio ha encontrado la manera de motivarse fijándose en Jannik Sinner y Carlos Alcaraz, las nuevas estrellas del ATP Tour.
“Que un jugador de 38 años esté compitiendo como lo está haciendo y que sea capaz de competirle tú a tú en determinadas ocasiones a Carlos o a Sinner…”, analizó Feliciano López este martes en Londres. “Me parece absolutamente surrealista. Al final son más de 15 años de diferencia. O sea, imaginaros al revés, que dentro de 15 años está aquí Sinner o Carlos compitiendo contra el número uno del momento. Eso es lo que pasa con Novak”.
López, que trabaja como comentarista estos días en Wimbledon, además de participar en el torneo de leyendas junto a Tommy Haas, lo analiza con la claridad que solo pueden ofrecer quienes han vivido ese mismo circuito durante décadas.
“Le veo bien, muy bien respecto a lo que he visto de este año”, aseguró López, que llegó tres veces a cuartos de final en Wimbledon. “Yo creo que en París hizo un cambio: primero porque tuvo un cuadro relativamente bueno hasta llegar a semifinales, y luego porque el partido con Sinner le dio un impulso. Perdió, pero le jugó tú a tú, tuvo dos pelotas de set para forzar el cuarto y se vio bien. Y físicamente ha dado un cambio”.
Ese cambio físico es, para Feliciano, una de las grandes claves de este Djokovic.
“Comparado con lo que le vi en Madrid y en otros torneos este año, creo que Djokovic está ahora mucho más rápido, se está moviendo mejor y, sobre todo, ha recuperado un poquito la ilusión”, continuó. “Para mí, eso es clave. Creo que la retirada de Federer y Nadal le dejó un poco vacío. Él mismo se preguntaría: ‘¿Qué hago yo aquí?’. Se han ido sus mayores rivales, ha ganado absolutamente todo lo que se puede ganar… y cuando eres, por números, el mejor de la historia, es difícil mantener la motivación y la ilusión. Muy difícil”.
Sin embargo, algo ha cambiado. Djokovic ha vuelto a verse competitivo, capaz de batirse con la nueva generación, y eso le ha devuelto el fuego interior.
“Ahora, al verse competitivo contra Sinner y Alcaraz, que son claramente el relevo del Big-3, eso le ha reactivado”, avisó López. “Le ha devuelto esa chispa”, siguió. “En mi opinión, eso es lo que le está motivando otra vez: saber que todavía puede pelear contra los mejores de la nueva generación. Le da sentido a todo”.
Con esa ilusión renovada, y con una superficie que históricamente ha sabido exprimir como nadie, Djokovic aparece como una gran amenaza en la recta final del torneo.
“Lo que sí tengo claro es que la hierba le da una opción más real de conseguirlo”, dijo el español. “En esta superficie tiene una oportunidad más grande de ganar tanto a Sinner como a Carlos. En tierra o en dura, a cinco sets, el partido se le puede hacer un poco largo, aunque con Novak nunca puedes dar nada por descartado. El año pasado, por ejemplo, en la final de los Juegos Olímpicos le ganó a Alcaraz. Fue un partido muy duro, pero era al mejor de tres. En hierba, creo que sus posibilidades aumentan”.
Si todo esto es posible, es porque Djokovic ha elevado la idea de profesionalismo a un nivel casi inalcanzable.
“A mí me llaman longevo, sí, pero el nivel de profesionalidad que ha tenido Djokovic no lo ha tenido nadie”, admitió Feliciano. “Quizá. Murray ha estado cerca o incluso lo ha igualado en algunos momentos. Pero lo de vivir por y para el tenis las 24 horas del día, cuidarse la alimentación, el descanso, probar todo lo posible para recuperarse… eso lo ha llevado al extremo. Y hay que quitarse el sombrero. Lo que ha conseguido, lo ha logrado por méritos propios”.
“En 20 años que he estado en el circuito no he visto a nadie con ese nivel de profesionalismo”, concluyó. “Más allá del talento, que lo tiene y es una locura, hay un trabajo brutal detrás. Porque lo suyo no es solo un regalo de Dios. Tiene un físico privilegiado, sí, pero eso no te garantiza estar así a los 38 años. Lo que ha hecho Djokovic físicamente tiene detrás un esfuerzo absolutamente increíble”.
Y aquí está. Wimbledon 2025. Novak Djokovic. Cuartos de final. Y el mismo hambre de siempre.