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Las Buenas Noticias Se Duplican Para Pedro Martínez

A tenor de los resultados, cualquiera podría pensar que Pedro Martínez no está contento con cómo ha transcurrido este 2023. Sin embargo, el español ha sabido aprender en una temporada diferente, en la que acaba de celebrar su primer título del año en el Open Brest-Credit Agricole, tan sólo unos días antes de dar la bienvenida a su futuro hijo.

Este domingo en el ATP Challenger Tour de Brest levantó el trofeo, después de derrotar en la final al favorito local y cabeza de serie No. 4 Benjamin Bonzi por 7-6(6), 7-6(1), poniendo el broche a una semana perfecta en la pista dura cubierta francesa.

“Es de los Challengers más duros que he jugado”, reconoció Martínez a ATPTour.com ya con el título en su vitrina. “Tuve que ganar a tres Top 100 [No. 86 Jaume Munar, No. 94 Constant Lestienne y No. 87 Bonzi] y luego a otros dos jugadores como [Radu] Albot y [Zsombor] Piros que están cerca del 100 también”.

El valenciano de 26 años, que además encaraba su primera final de 2023, sólo cedió un set en el torneo y no dejó escapar un tie-break de los cinco que disputó. “Es un dato muy interesante, porque implica que he gestionado muy bien los momentos difíciles”, advirtió.

Eso sí, la dureza del cuadro no pasa desapercibida para el campeón. “Me quedo un poco vacío en cuanto a que el torneo que he ganado sea sólo un Challenger, porque Bonzi ha hecho dos finales ATP este año, con Munar jugué el año pasado en segunda ronda de un ATP 500 y esta semana en primera ronda de un Challenger…”.

 

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La victoria pone luz a un curso con tonos grises, al menos, a nivel de resultados. El pasado mes de enero, al inicio de la temporada, Martínez partía en el Top 60, pero en mayo llegó a caer hasta el No. 142 del Pepperstone ATP Rankings.

“Pasé una época complicada. Al final de la temporada pasada no gané muchos partidos y este año empecé defendiendo muchísimos puntos y no lo supe gestionar”, señaló el español sobre los últimos meses de competición.

Sin embargo, lejos de frustrarse, Martínez ha seguido trabajando en silencio y confiando en su raqueta. Más allá de los resultados, ha sacado una lección de vida mucho más importante que ganar o perder durante este año.

“En otras épocas en las que he estado mejor de ranking, estaba mucho más nervioso y mal conmigo mismo”, reveló. “Sinceramente, este año me va a servir mucho, he aprendido a estar mejor conmigo mismo, darle la importancia necesaria al tenis, separarlo un poco de lo personal. Por primera vez estoy satisfecho con lo que estoy haciendo”.

Y aún profundizó en su explicación: “No tengo esa ansia de haber ganado un Challenger ayer y hoy estar como loco para intentar acabar lo más arriba posible. No. Prefiero ir día a día, semana a semana, y creo que es lo que hará que, si entro de nuevo en el Top 100, llegue más preparado y con más experiencia. Es un año de aprendizaje y creo que me va a servir”.

El maduro discurso de Martínez, campeón el pasado año en el ATP 250 de Santiago, se produce a las puertas de experimentar un importante cambio en su vida. Muy pronto dará la bienvenida a su hijo: “Va a nacer en una o dos semanas, ya estamos a la espera”.

Tras ganar a Bonzi en la final de Brest, rápidamente señaló a la grada y se llevó el dedo pulgar a la boca a modo de celebración. “Se lo dediqué a él y a mi mujer, que ya tiene una barriga enorme. Estoy muy contento de esta nueva etapa que viene”, añadió el español, que tiene un doble motivo para celebrar.

La lección ya está aprendida: “Más que por el triunfo, estoy contento por haber jugado a un muy buen nivel y saber que con paciencia y con calma el tenis está. Hay que esperar el momento adecuado y todo acaba llegando”.